A pesar de supuesta violencia, la Justicia entregó 8 hermanos a una anciana

Tienen entre 7 y 14 años y viven con una mujer de 75 años. Sus padres los abandonaron. Su abuela paterna los reclama sin suerte. Habría violencia.

Las lesiones en un niño de 7 años alertaron a docentes de una escuela en Tinogasta, quienes lo trasladaron al hospital. Los médicos tras confirmar las mismas dieron inmediato aviso a la Policía y desde allí se informó a la Justicia. Si bien se desconocen detalles de lo ocurrido después del hecho, el caso sacó a la luz una realidad que ya tiene varios años en el departamento.

Ese niño y sus 7 hermanitos -de entre 7 y 14 años-viven con una mujer de 75 años por orden de la Justicia. Si bien las versiones por los presuntos hechos de violencia a los que serían sometidos vuelven a resurgir en ámbitos educativos y de salud que conocen la situación de los pequeños, los  actores de justicia que entregaron a los niños a la anciana no habrían adoptado medidas al respecto.

En este sentido y según la información a la que accedió este diario, hace más de tres semanas que el niño de 7 años llegó a la escuela y los docentes evidenciaron las heridas y decidieron llevarlo al hospital. Según trascendió el niño quedó internado 5 días y durante ese tiempo la policía no habría permitido que la septuagenaria, quien lo tiene a cargo, lo visitara, ya que al consultarle sobre las heridas que tenía el pequeño ella mencionó no saber de las mismas.

Se desconoce si la Justicia ordenó alguna medida para determinar lo ocurrido, solo que se dio participación al servicio local de protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes de la localidad, quienes habrían intentado realizar un seguimiento de la situación de los niños, tarea que les sería difícil realizar porque la mujer se negaría a dejarlo ingresar a la vivienda.

Según se conoció que hace 6 años los pequeños vivían junto a sus padres en la casa de la septuagenaria. Por razones que se desconocen ambos se marcharon dejando a las criaturas en el lugar.  La anciana, que en ese momento tenía 70 años, tras la intervención de la Justicia solicitó quedarse con los ocho niños. Aunque eran pequeños, uno de ellos aún con pañales, la Justicia accedió y le entregó la guarda.  A  lo largo de estos años versiones y rumores indicaron que los menores vivían junto a la mujer en extrema vulnerabilidad y hasta se habló violencia, pero nada incidió para que  la Justicia revisara la medida. Aún cuando la abuela paterna de los niños, quien vive en el departamento, los reclamara en varias oportunidades. Nunca se le permitieron ni siquiera visitarlos.

Durante años la anciana fue y es ayudada por una ONG y vecinos para criar y alimentar a los pequeños lo que evidencia la vulnerabilidad de los mismos.