El gobierno de la Argentina suspendió los vuelos desde el Reino Unido ante el hallazgo de una nueva cepa de coronavirus.

El Gobierno nacional dispuso hoy la suspensión del ingreso de los vuelos procedentes de Gran Bretaña tras la aparición de una nueva cepa de Covid-19, que, según las autoridades de ese país, se encuentra “fuera de control”, informaron hoy fuentes oficiales.

Así lo indicaron a C5N fuentes de Casa Rosada, que precisaron que “el vuelo que llega mañana ya despegó” desde Inglaterra, por lo que la medida se aplicaría “para el próximo vuelo que llegaba el jueves”.

De esta manera, el vuelo BA245 de la empresa British Airways que arribará mañana a las 9.20 al aeropuerto internacional de Ezeiza, procedente de Londres, será el último que ingrese de ese país hasta nuevo aviso.

Fuentes oficiales indicaron que la decisión se tomó “a partir de las recomendaciones de la cartera de Salud”, por lo que “se decidió permitir solamente el arribo del vuelo previsto para este lunes a las 9 horas al aeropuerto internacional de Ezeiza, en el cual los pasajeros, junto con la tripulación, deberán cumplir una cuarentena de 7 días, una vez que acrediten los requisitos exigidos para el ingreso al país: un test de PCR con resultado negativo y un seguro COVID”.

Ante el arribo de ese único vuelo que llegará proveniente Gran Bretaña, el Ministerio de Salud, junto a la cartera de Transporte y la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), dependiente del Ministerio del Interior, realizarán un operativo especial en Ezeiza para controlar la llegada de los pasajeros y tripulación, como así también el traslado hacia los sitios en que se cumplirá el aislamiento.

En tanto, la DNM notificará fehacientemente a las jurisdicciones en las que pasajeros y tripulantes fijen domicilio en la Declaración Jurada, para controlar el estricto cumplimiento del aislamiento obligatorio.

La decisión fue adoptada como parte de las acciones que se vienen llevando adelante en relación a la pandemia de coronavirus, ante la dinámica de eventos registrados en países del continente europeo, y que se emparenta con la que adoptaron otros países que suspendieron su vinculación, tanto aérea como terrestre o marítima, con el Reino Unido.