También asumieron el Vicepresidente de Cáritas, el Delegado Diocesano de Catequesis y el Asesor de la Pastoral Juvenil y del Movimiento Católico Palestra.
Durante la Santa Misa concretada en la tarde del martes 25 de agosto, tomaron posesión de los oficios de Vicario General y Secretario Canciller de la Diócesis de Catamarca, los presbíteros Julio Murúa y Daniel Pavón, respectivamente.
Estas funciones están previstas en todas las diócesis, dispuestas por los cánones 475 y 482 del Código de Derecho Canónico.
Otro acontecimiento del orden civil que se celebró en la oportunidad es la Declaración de la Autonomía de Catamarca, decidida por el Cabildo en 1821 al separarla de la efímera República del Tucumán.
Asimismo asumieron el Pbro. Guillermo Chanquía, como Vicepresidente de Cáritas; el Pbro. Marcelo Amaya como Delegado Diocesano de Catequesis; y el Pbro. Eugenio Pachado, como Asesor de la Pastoral Juvenil y del Movimiento Católico Palestra.
En el inicio de la ceremonia litúrgica se dio lectura al decreto de designación.
En la homilía Mons. Urbanc fue dedicando unas palabras a cada uno de los sacerdotes que en esta celebración iban a asumir sus nuevas funciones. También fue explicando a los presentes en qué consiste el servicio que cada uno iba a prestar a partir de la toma de posesión de los respectivos cargos. Luego pidió a la asamblea que recen y acompañen a los sacerdotes en estas tareas.
Además, solicitó que oren por el crecimiento de las vocaciones de especial consagración. Recordó que todas las parroquias cuentan con párrocos, pero que igualmente no son suficientes. Y que los hijos devotos de la Virgen necesitan de la asistencia de más presbíteros tanto en su Santuario como en la Gruta.
Posteriormente, se refirió a la semana de pastoral del clero, que se realizará del 31 de agosto al jueves 3 de septiembre, y hacia el final adelantó que el sábado asumirá el padre Gustavo Flores como Rector de la Catedral Basílica y Santuario de Nuestra Señora del Valle.
Los presbíteros que asumieron los nuevos oficios realizaron el juramento de fidelidad y la renovación de las promesas sacerdotales.
