La primera automotriz en ajustar su lista es Toyota. Aumentó 11% el valor mayorista de algunos modelos, pero sólo trasladó al público un 5%. Las otras marcas definen estrategia.
En el resto de las empresas están evaluando en estas horas qué camino adoptar. Pueden trasladar el reajuste de la base imponible de una vez al precio al público o repartirlo entre marzo, abril y mayo. “Estamos monitoreando lo que haga la competencia para definir nuestros precios”, señalaron de una terminal. Desde otra automotriz hablaron en igual sentido, aunque agregaron un factor a tener en cuenta: “Vamos a ver cómo juegan los otros, pero está claro que los modelos que estaban en el límite tendrán que acompañar el 11,64% que se ajustó la base. Hace dos meses que no aumentan para evitar caer en el impuesto. “Lo que explicaba este directivo es la política que adoptan las empresas de ‘topear’ a algunos modelos para que no sean alcanzados por el gravamen. Hasta fin de febrero, los 0 km por debajo de $2.250.000, al público, no pagan Internos. Es por eso que hay muchos modelos que se ubican apenas por debajo de ese precio. Desde el lunes y hasta fin de mayo, como adelantó Ámbito hace tres semanas, ese límite sube a $2.500.000 aproximadamente. Esto implicará que esos vehículos que en enero y febrero estuvieron “topeados” tengan ese margen para aumentar. Si pasan de ese tope, deben pagar una alícuota de 20% que, por la forma de calcular el tributo, hace que el precio suba 25% y quede fuera del mercado. Ese es el motivo que hace que los modelos no aumenten por arriba de ese valor. En la práctica, lo que sucede es que se dejen de comercializar porque al hacerlo a ese precio no es rentable. Quienes quieran comprar alguno de esos 0 km encontrará que desaparecieron en las concesionarias. El dato a tener en cuenta es que con la suba de esos modelos del segmento medio, los del segmento más bajo tienen margen para ajustarse ya que ese tope achataba toda la escala de precios.
Son muchos los vehículos que se encuentran hoy en esa situación del segmento mediano y hasta chico. Sólo de los que venden las fábricas radicadas en el país se puede hacer una lista larga. El tope de gama del Peugeot 208 y versiones del 308, 408 y 2008. Los Citroën C$ Cactus y C4 Lounge. Las versiones más caras de Chevrolet Cruze y Tracker o de los Volkswagen Polo, Virtus y T-Cross. La Ford Ecosport, el tope de gama de Jeep Renegade. Los mismo sucede con la Honda HR-V.
También habrá movimiento con los modelos que ya pagan esa primera escala pero están próximos a tributar para una segunda, como el caso emblemático de la Toyota SW4. En ese caso, son vehículos que superen los $4.550.000.
A todo esto hay que sumarles los importados por distribuidores oficiales. En muchos casos, sus modelos ya pagan el impuesto pero, al modificarse los precios de la competencia, también harán correcciones en sus listas por lo que se estima que la semana próxima será movida en materia de precios.