El Gobierno selló la alianza estratégica integral con Beijing, que además de una ola de inversiones tiene en carpeta planes de estrategia geopolítica como la base en Neuquén, un polo logístico en Tierra del Fuego, las obras en la hidrovía y una antena espacial en San Juan.

Más allá de los ambiciosos planes de inversión que prometió Xi Jinping a Alberto Fernández para el futuro inmediato, la alianza estratégica integral que sellaron la Argentina y China avanza a pasos agigantados en áreas muy sensibles para la geopolítica mundial cristalizados en cuatro proyectos que tendrán impacto en la economía y la diplomacia argentina.

Algunos de estos proyectos ya están avanzados y otros están en los planes inmediatos de la administración de Xi Jinping como son: la base espacial de Neuquén manejada por el Ejécito Popular de China, la construcción de un observatorio lunar en San Juan, el desarrollo de un polo logístico en Tierra del Fuego y las eventuales obras de dragado en la hidrovía de 1.300 kilómetros que transportan el 80% de las exportaciones de granos de la Argentina.

En paralelo a la diplomacia de los barbijos, la entrega de vacunas y los planes para apurar un plan de inversiones por u$s 30.000 millones, el gobierno chino hace pie en los cuatro proyectos de sensibilidad geopolítica para la Argentina ya que en todos los casos responden a una misma lógica: el control del espacio aéreo, fluvial o la instalación estratégica en áreas territoriales con monitoreo de Beijing.

No se trata de iniciativas de futuro lejano como pueden ser la construcción de una central nuclear o la instalación de la tecnología 5G en el país. Estos cuatro proyectos generan cierta sensibilidad en la diplomacia extranjera ya que ven un fuerte avance de Beijing en la Argentina en áreas sensibles en momentos en que el gobierno negocia un acuerdo por la deuda con el FMI donde Estados Unidos y varios países de la Unión Europea tienen un fuerte peso político.

Según reconstruyó El Cronista de fuentes diplomáticas y funcionarios de la Casa Rosada, los avances en la relación estratégica integral de China con la Argentina forman parte del ambicioso proyecto de la Nueva Ruta de la Seda. De esto hablaron Alberto Fernández y Xi Jinping en su último intercambio telefónico. Y en nuestro país este plan se concreta en los siguientes proyectos sensibles:

POLO LOGISTICO

 

El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, avanza en la idea de construir en Ushuaia un centro de operaciones vinculado a la potencialidad de los recursos naturales para el traslado de mercaderías y la explotación de recursos de ultramar. Se trata de un proyecto que demandaría una inversión inicial de USD 50 millones de dólares y en donde China ya comprometió su apoyo.

“La idea es conformar un polo logístico desde aquí para abastecer en servicios, alimentos, traslado de personal científico y otros rubros a todas las bases de la Antártida que hay cercanas a la de Marambio”, explicó a El Cronista el gobernador Melella.

Este proyecto que estaría enmarcado en una base de la Armada en Tierra del Fuego ya tiene una oferta de China para su desarrollo inmediato.

En su reciente visita a la Argentina el ministro de Defensa chino, el general Wei Fenghe, resaltó el interés de empresas estatales de ese país por participar en las licitaciones para construir un Polo Logístico Antártico en Ushuaia. El proyecto fue presentado hace dos meses por Melella y su equipo técnico al embajador Zou Xiaoli en la residencia de la embajada china en Buenos Aires.

Actualmente los aviones Hércules del Ejército que abastecen a las bases argentinas en la Antártida provienen de Buenos Aires, hacen escala en Río Gallegos o Usuhaia y de allí parten a la Antártida. Este polo logístico lo que haría es reducir esos movimientos, abaratar costos y proveer de mercaderías o apoyo científico a otras bases antárticas de países que operan en el continente blanco.

En los próximos días habrá reuniones de la gobernación de Tierra del Fuego con el Ministerio de Defensa que tiene un rol muy importante porque son los responsables de la tierra donde se llevaría adelante el proyecto.

“No podemos perder más tiempo mientras avanza Chile en Punta Arenas y Gran Bretaña en Malvinas. Ushuaia tiene un lugar geopolítico estratégico, único en la región”, dijeron allegados a Melella.

La instalación de este polo conformado con capitales chinos será clave para Beijing en su posicionamiento geopolítico ante el debate mundial que se viene por la explotación de recursos en la Antártida. También se sabe que una base de logística de China en Tierra del Fuego podría ser el puntapié inicial de Beijing para avanzar con otros proyectos en la región.

LA BASE DE NEUQUEN

Desde más de hace cinco años que China opera en la base espacial de Bajada del Agrio en Neuquén con el amparo de una ley que impulsó Cristina Kirchner y donde la agencia CLTC que depende del Ejército Popular chino tiene libertad para explorar el espacio por 50 años con una exención impositiva plena en las 200 hectáreas en que se emplaza la estación.

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) sólo opera una hora y cuarenta minutos al día pero no tiene injerencia en los proyectos a cargo de científicos chinos en Neuquén.

Según datos que aportó recientemente a El Cronista el Ministerio de Ciencia y Tecnología, lo último que se sabe de esta base espacial es que hay un llamado a la comunidad científica para proponer proyectos sustentados en la antena de 35 metros que instaló China en Bajada del Agrio.

“Para hacer efectiva la utilización del tiempo disponible (de la antena) para el beneficio científico tecnológico, la CONAE pone a disposición para que los miembros de la comunidad experta a nivel nacional e internacional presenten proyectos en cooperación”, dijeron en el ministerio conducido por Roberto Salvarezza.

A la vez, se informó que la Argentina colaboró desde abril del año pasado en el proyecto Chang-E 4 que investigó el lado oculto de la Luna y las autoridades de la Conae recibieron la visita de la delegación china presidida por el Consejero Superior de la agencia CLTC, Huang Quisheng que lideran los trabajos de los técnicos en Neuquén.

Pero no se sabe mucho más de esto y lo que ocurre adentro de las 200 hectáreas de la base de Neuquén parecería ser más bien un secreto de Estado de China que un programa manejado plenamente por la Argentina. Claro que el tema genera dudas y cierto malestar en la diplomacia norteamericana y de la Unión Europea donde sospechan que la antena de China en Neuquén que está amparada en el “uso pacífico” podría servir para interceptar satélites y utilizar información sensible.

 

 

EL TELESCOPIO DE SAN JUAN

Si bien el mundo académico no ve con reparos la instalación del Radiotelescopio CART en San Juan, lo cierto es que este proyecto financiado por China también forma parte del desarrollo de trabajos de Beijing en áreas sensibles de la Argentina.

Según informó a El Cronista el Ministerio de Ciencia y Tecnología, ya se terminó en San Juan la base de hormigón y todos los caminos de acceso donde irá emplazado el telescopio CART.

“Estamos con las obras de provisión de agua corriente, energía eléctrica e Internet y esperando que las restricciones de la pandemia permitan viajar a los técnicos chinos que armarán la estructura de la antena parabólica del telescopio que tendrá 40 metros de diámetro arriba de la base de hormigón armado”, dijeron los voceros de Salvarezza.

El embajador chino Zou Xiaoli participó activamente en este proyecto desde el reciente arribo a la Argentina de placas denominadas templates o plantillas que fueron trasladas a la Estación de Altura Carlos Ulrico Cesco, en el Departamento Calingasta de San Juan. Esto permitirá que se concluya con la última parte de construcción de la base del Radio Telescopio Chino Argentino.

El coordinador del Proyecto CART, Marcelo Segura, explicó que “estas placas son necesarias ya que en esta fase final debían viajar técnicos chinos para supervisar cómo se habían insertado las partes embebidas. Cuando China apruebe todas las mediciones se realiza el hormigonado final y ya con eso se terminaría la obra. A partir de ahí comenzaría el arribo de todas las partes que componen en sí el radio telescopio, la antena y lo que es la fase de ensamblado”.

Actualmente los aviones Hércules del Ejército que abastecen a las bases argentinas en la Antártida provienen de Buenos Aires, hacen escala en Río Gallegos o Usuhaia y de allí parten a la Antártida. Este polo logístico lo que haría es reducir esos movimientos, abaratar costos y proveer de mercaderías o apoyo científico a otras bases antárticas de países que operan en el continente blanco.

En los próximos días habrá reuniones de la gobernación de Tierra del Fuego con el Ministerio de Defensa que tiene un rol muy importante porque son los responsables de la tierra donde se llevaría adelante el proyecto.

“No podemos perder más tiempo mientras avanza Chile en Punta Arenas y Gran Bretaña en Malvinas. Ushuaia tiene un lugar geopolítico estratégico, único en la región”, dijeron allegados a Melella.

La instalación de este polo conformado con capitales chinos será clave para Beijing en su posicionamiento geopolítico ante el debate mundial que se viene por la explotación de recursos en la Antártida. También se sabe que una base de logística de China en Tierra del Fuego podría ser el puntapié inicial de Beijing para avanzar con otros proyectos en la región.

LA BASE DE NEUQUEN

Desde más de hace cinco años que China opera en la base espacial de Bajada del Agrio en Neuquén con el amparo de una ley que impulsó Cristina Kirchner y donde la agencia CLTC que depende del Ejército Popular chino tiene libertad para explorar el espacio por 50 años con una exención impositiva plena en las 200 hectáreas en que se emplaza la estación.

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) sólo opera una hora y cuarenta minutos al día pero no tiene injerencia en los proyectos a cargo de científicos chinos en Neuquén.

Según datos que aportó recientemente a El Cronista el Ministerio de Ciencia y Tecnología, lo último que se sabe de esta base espacial es que hay un llamado a la comunidad científica para proponer proyectos sustentados en la antena de 35 metros que instaló China en Bajada del Agrio.

“Para hacer efectiva la utilización del tiempo disponible (de la antena) para el beneficio científico tecnológico, la CONAE pone a disposición para que los miembros de la comunidad experta a nivel nacional e internacional presenten proyectos en cooperación”, dijeron en el ministerio conducido por Roberto Salvarezza.

A la vez, se informó que la Argentina colaboró desde abril del año pasado en el proyecto Chang-E 4 que investigó el lado oculto de la Luna y las autoridades de la Conae recibieron la visita de la delegación china presidida por el Consejero Superior de la agencia CLTC, Huang Quisheng que lideran los trabajos de los técnicos en Neuquén.

Pero no se sabe mucho más de esto y lo que ocurre adentro de las 200 hectáreas de la base de Neuquén parecería ser más bien un secreto de Estado de China que un programa manejado plenamente por la Argentina. Claro que el tema genera dudas y cierto malestar en la diplomacia norteamericana y de la Unión Europea donde sospechan que la antena de China en Neuquén que está amparada en el “uso pacífico” podría servir para interceptar satélites y utilizar información sensible.

 

 

EL TELESCOPIO DE SAN JUAN

Si bien el mundo académico no ve con reparos la instalación del Radiotelescopio CART en San Juan, lo cierto es que este proyecto financiado por China también forma parte del desarrollo de trabajos de Beijing en áreas sensibles de la Argentina.

Según informó a El Cronista el Ministerio de Ciencia y Tecnología, ya se terminó en San Juan la base de hormigón y todos los caminos de acceso donde irá emplazado el telescopio CART.

“Estamos con las obras de provisión de agua corriente, energía eléctrica e Internet y esperando que las restricciones de la pandemia permitan viajar a los técnicos chinos que armarán la estructura de la antena parabólica del telescopio que tendrá 40 metros de diámetro arriba de la base de hormigón armado”, dijeron los voceros de Salvarezza.

El embajador chino Zou Xiaoli participó activamente en este proyecto desde el reciente arribo a la Argentina de placas denominadas templates o plantillas que fueron trasladas a la Estación de Altura Carlos Ulrico Cesco, en el Departamento Calingasta de San Juan. Esto permitirá que se concluya con la última parte de construcción de la base del Radio Telescopio Chino Argentino.

El coordinador del Proyecto CART, Marcelo Segura, explicó que “estas placas son necesarias ya que en esta fase final debían viajar técnicos chinos para supervisar cómo se habían insertado las partes embebidas. Cuando China apruebe todas las mediciones se realiza el hormigonado final y ya con eso se terminaría la obra. A partir de ahí comenzaría el arribo de todas las partes que componen en sí el radio telescopio, la antena y lo que es la fase de ensamblado”.

Para el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, no hay nada de secreto ni sensible en este proyecto. “Esto va a tener importantes beneficios. Este proyecto va a ayudar a las instituciones universitarias de ambos países y a futuras generaciones”, dijo. Además, destacó que el radiotelescopio brindará un entorno privilegiado para la formación profesionales argentinos y extranjeros, mediante herramientas con tecnología de punta.

El CART se emplazará a unos 250 Km de la Ciudad de San Juan en la estación espacial que fue inaugurada en 1964. El instrumento principal de la Estación Cesco es el Telescopio Astrográfico Doble, único instrumento en su tipo en el hemisferio sur, con el que -entre otros trabajos de gran importancia- se tomaron fotografías del cometa Halley, durante el pasaje de 1986. En el gobierno aseguran que este proyecto financiado por China no tiene fines militares y que sólo responde a un aporte más a la comunidad científica. Pero sin dudas se trata de otro emplazamiento de China en un área sensible como es el avistaje espacial financiado por Beijing.

 

 

LA HIDROVIA

 

 

El Ministerio de Transporte llamará el próximo 30 de abril a una licitación internacional para llevar adelante las gigantescas obras de dragado en la hidrovía de 1.300 kilómetros donde se traslada el 80% de las exportaciones de grano de la Argentina.

La empresa china Shangai Dredging Company (SDC), subsidiaria de la gigantesca estatal China Comunications Construction Company es una de las interesadas en calar hondo y hacer pie en el río Paraná como concesionaria de la nueva hidrovía. Se trata de un proyecto que el gobierno nacional piensa administrar desde 2022 a través de una sociedad del Estado.

La gigante asiática competirá en la licitación por el servicio de dragado, balizamiento y mantenimiento de la hidrovía Paraná-Paraguay.

Allegados al ministro de Transporte Mario Meoni dijeron a El Cronista que “no habrá ningún beneficiado. Se va a armar una licitación internacional transparente con organismos y universidades”.

A la vez, desde Transporte aclararon que “nadie va a imponer ninguna empresa. Llamar a licitación es una decisión del Presidente y el ministro”.

 

Meoni destacó días atrás que “nos toca a nosotros confeccionar los pliegos de una nueva licitación cuyo llamado será dentro de treinta días, sin que esté prevista una prórroga de la actual concesión”. Algunos interpretaron que este era un mensaje para la actual empresa licenciataria, Jean de Nul, y una señal cifrada a la estatal de China. Pero en la Casa Rosada niegan que vayan a existir preferencias.

De todas maneras, el eventual desembarco de los chinos en las obras de dragado de la Hidrovía preocupa a empresarios y diplomáticos ya que Shangai Dredging Company (SDC) estaría vinculada al poder militar del Partido Comunista de Beijing.

No sólo esto. En agosto del año pasado, Mike Pompeo, el entonces secretario de Donald Trump acusó abiertamente a la compañía constructora china y sus subsidiarias de “estar involucradas en corrupción, financiamiento predatorio, destrucción medioambiental y otros abusos a los largo del mundo”.

 

La dirigente de la Coalición Cívica, Lilita Carrió, abonó más sospechas hacia la empresa SDC al sostener que en Estados Unidos ven la confrontación con China como una “guerra mundial”. Y subrayó: “Con la hidrovía en mano de los chinos se entrega de soberanía”.

En tal caso, el proyecto de la hidrovía, al igual que los otros planes emplazados en áreas sensibles de la Argentina no hacen más que desatar polémica y despertar sospechas por los niveles de intereses geopolíticos que se ponen juego.

 

 

 

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