Carina Di Marco, la madre de Florencia Di Marco, la niña de 12 años abusada sexualmente y asesinada por su padrastro en 2017 en San Luis, fue condenada a 18 años de prisión. El fallo de los jueces fue unánime. La consideraron partícipe necesario del crimen por no haberlo denunciado.

La pena fue dictada por la Cámara Penal 2 de San Luis, que la encontró culpable de haber sido hace dos años “partícipe necesaria del delito de abuso sexual, con acceso carnal, agravado por la situación de aprovechamiento de la convivencia preexistente”.

Los tres jueces,  Hugo Saá Petrino, Gustavo Miranda Folch y Fernando De Viana, coincidieron en la condena a la mujer de 33 años, dando por tierra con el pedido de la abogada defensora de Di Marco, Karina Mantelli, que había solicitado la absolución para su clienta por el “beneficio de la duda”.

La Justicia consideró que Di Marco sabía de los abusos sexuales que padecía  Florencia, de sólo 12 años, de parte de su pareja, Lucas Gómez, padre de sus otros dos hijos.

Gómez fue alojado en la prisión de máxima seguridad de Pampa de las Salinas, donde se suicidó.

Florencia Di Marco murió en marzo de 2017. Gómez abusó de ella y después la mató. Arrojó el cadáver debajo de un puente en Saladillo, donde a los pocos días lo encontró una mujer que caminaba por el lugar.

Hasta ese momento en el que apareció el cuerpo de Florencia, Lucas Gómez, el hombre que la había matado, encabezaba rastrillajes en busca de la menor. Hasta llegó a dar notas periodísticas pidiendo por su aparición.

Desde un primer momento la jueza Virginia Palacios, a pesar de haber ya un autor material, puso su mirada sobre la responsabilidad de la madre. Sospechaba que sabía de los abusos. La Cámara Penal le terminaría dando la razón este lunes.

Al salir esposada de los tribunales, flanqueada por dos mujeres policías, Di Marco los periodistas que cubrían el juicio le alcanzaron a preguntar: “¿Alguna declaración Carina?”. “Injusticia” respondió ella.