Esta semana se realizó la reunión de la Junta Anual Representativa 2019 de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y la Lic. Mariela Hernández de la Barrera, Delegada Gubernamental suplente por Catamarca y responsable del Archivo Histórico Provincial dependiente de la Secretaría de Estado de Cultura, estuvo allí presente.

El objetivo de la convocatoria fue, entre otros puntos, hacer un balance anual, el cual estuvo a cargo del presidente del organismo Leandro de Sagastizábal, refiriéndose a su gestión 2018 –  2019.

Pero más allá del balance de gestión, con la reunión celebrada en Buenos Aires también se buscó trabajar sobre la actualidad de las bibliotecas populares de cada delegación gubernamental representada en el encuentro nacional.

Catamarca, a través de un informe llevado desde nuestra provincia, dio a conocer la situación de las bibliotecas populares que están en proceso de normalización frente a Personería Jurídica, para luego obtener el alta ante la CONABIP. En dicho informe se detalla la activación de bibliotecas de Capital, Pomán y Fray mamerto Esquiú, que se pusieron en marcha luego de años de espera.

Además, se pudo dar a conocer para todas las delegaciones la acción de nuestra provincia frente a sus bibliotecas, así como las actividades que se llevaron adelante desde el año pasado en este marco.

Finalmente se solicitó, tal como se lo hiciera el año pasado, la visita de la Comisión a la provincia para garantizar el funcionamiento y la activación de las bibliotecas populares, en coordinación con la delegación gubernamental.

Acerca de la CONABIP

La Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) es el organismo dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación que fomenta el fortalecimiento de las bibliotecas populares en tanto organizaciones de la sociedad civil e impulsa su valoración pública como espacios físicos y sociales relevantes para el desarrollo comunitario y la construcción de ciudadanía. Su función es orientar y ejecutar la política gubernamental, a través de un modelo de gestión asociado que favorezca la consolidación del carácter autónomo de este movimiento social único conformado por casi 2 000 bibliotecas y 30 000 voluntarios que, a lo largo y a lo ancho del país, despliegan sus acciones desde el año 1870.