En el Día Nacional del Donante de Sangre, los profesionales de la salud destacan el acto altruista de donar algo que salva muchas vidas y que no se puede fabricar.

La sangre es un recurso muy valioso. Tan es así que hay dos datos que año tras año se repiten: 1) es un elemento vital que no se puede fabricar y 2) si se piden donantes voluntarios es porque la necesidad de sangre aún no está cubierta.

Hoy se festeja el Día Nacional del Donante de Sangre, en conmemoración del aniversario de la primera transfusión de sangre citratada, que tuvo lugar en el Hospital Rawson de la Ciudad de Buenos Aires en 1914 y que llevó a la historia al doctor Luis Agote como padre de la medicina transfusional.

El uso de citrato de sodio como anticoagulante permitió almacenar y transportar la sangre y así salvar miles de vidas en ese año, durante el desarrollo de la Primera Guerra Mundial, y luego en la posteridad.

La sangre no se puede fabricar. No hay un sustituto médico válido. La vida de las quienes necesitan transfusiones depende, a menudo, del gesto solidario de personas que se acercan a los bancos de sangre.

“El acto de donar sangre no tiene precio, pero tiene un valor incalculable”, afirmó a Infobae la doctora Gabriela Dabusti, presidente de la Asociación Argentina de Hemoterapia, Inmunohematología y Terapia Celular (AAHITC). “Creo que todos podemos ayudar. Nosotros buscamos donantes de sangre, solidarios y comprometidos que dispongan unos minutos de su tiempo para ir al hospital o centro de salud más cercano. Significa mucho, en especial para quienes dependen de una transfusión para mejorar su condición de salud”, agregó.

La experta indicó que “si todos donáramos dos veces al año, estaría cubierta la demanda de sangre para todas las personas que la necesitan en Argentina”. Según datos estadísticos, en la actualidad los donantes de sangre no llegan al 2% de la población.

“Donar sangre es un vínculo de vida con el otro. Y eso también es recíproco, porque ayudar es gratificante. A veces la realidad nos tira para abajo y una buena forma de sentir que algo positivo queda por hacer es ir a donar sangre. Ayudando a otro que lo necesita nos ayudamos a nosotros mismos”, comentó la especialista.

La donación de sangre es completamente segura. “Todo el material utilizado para la extracción es descartable, estéril y se inutiliza con su uso. No hay forma de que alguien pueda contagiarse ninguna enfermedad por donar sangre. Se puede donar en centros de salud, colectas en vía pública o centros de hemodonación, en cualquier parte del país, puntualizó Dabusti.

“Es posible que quienes hayan donado sangre alguna vez hayan estado motivados por el pedido de alguien cercano, que precisaba dadores por una internación o una operación. No está mal concurrir cuando te lo piden, pero lo importante es volver a donar. Transformar ese pedido inicial en una costumbre que se repite cada tres meses”, concluyó.

La importancia de la donación de sangre

En primer lugar, debemos saber que en la Argentina se necesitan más de 4.000 transfusiones diarias, ya que los componentes sanguíneos son requeridos en múltiples situaciones, como accidentes, operaciones, trasplante de órganos, tratamientos oncológicos y pacientes con quemaduras graves, entre otros.

La doctora María Valeria El Haj, Directora Médica de vittal, resalta que la donación es un proceso totalmente seguro, dado que el material que se utiliza para la extracción es estéril y desechable.

Además, no dura más de media hora y se realiza bajo la responsabilidad de un equipo médico.

¿Quiénes pueden donar? Cualquier persona, hombre o mujer con buen estado de salud, mayor de 18 años y menor de 65 años, cuyo peso supere los 50 kg.

Entre quienes no pueden donar sangre se encuentran: personas que padezcan o hayan padecido determinadas enfermedades como hepatitis, sida, paludismo, chagas, o tumores; quienes consuman o hayan consumido drogas por vía endovenosa; quienes hayan consumido algún medicamento; y embarazadas o mujeres en período de lactancia.

A las personas que se hayan hecho un tatuaje o piercing se les recomienda donar después del año, al igual que a los que se hayan realizado acupuntura o sufrido algún accidente con exposición a sangre o secreciones y el contacto con ellas a través de mucosas o heridas.

Respecto a ciertos mitos que existen en torno a la donación de sangre, El Haj subraya que “es falso que la persona se debilite, dado que una vez realizada la donación, el volumen de sangre es reemplazado rápidamente y en unas horas se normaliza, sin alterar las tareas habituales; el único consejo es no hacer fuerza con el brazo del cual se extrajo sangre durante esa jornada”.

Tampoco es cierto que la donación modifique el peso corporal, a lo sumo, se puede notar un leve incremento del apetito en las horas posteriores, lo cual es normal y esperable. Y por último, no es necesario estar en ayunas para donar sangre, por el contrario, se sugiere que la persona beba por lo menos 500 ml de agua o bebidas con sales minerales media hora antes de la extracción y sin restricciones para la ingesta de alimentos sólidos, evitando únicamente las grasas y lácteos.

Finalmente, en relación a la frecuencia entre donación y donación, deben transcurrir mínimo dos meses. En el caso de los hombres, pueden donar 5 veces al año como máximo; mientras que las mujeres pueden donar hasta 4 veces al año debido a que sus depósitos de hierro disminuyen con el período menstrual.

La donación voluntaria de sangre es un acto solidario que no sólo permite salvar vidas, sino que ayuda a construir una sociedad que pone en el centro de sus valores el altruismo y la empatía.

La doctora Susana Anhel de la Fundación Swiss Medical afirmó que en urgencias, cirugías, trasplantes y tratamientos médicos complejos es necesario disponer de sangre segura. “Para ello se vuelve indispensable la donación voluntaria y altruista: aquella que se hace por propia voluntad, sin intención de beneficiar a un paciente determinado y sin recibir nada a cambio”, indicó la especialista.

Y agregó: “El 80% de la población en algún momento de su vida necesitará una transfusión”. Sin embargo, según datos del Ministerio de Salud, en la mayoría de las provincias de nuestro país son donantes frecuentes solamente entre el 35 y el 40% de las personas, a excepción de Jujuy, Misiones y el Hospital Garrahan donde el porcentaje se eleva al 100%.

Una persona puede donar sangre varias veces al año: los hombres cada cuatro meses y las mujeres cada tres. Esto es importante ya que el requerimiento a nivel nacional, en base a la población actual, se calcula entre 1.500.000 y 2.000.000 de unidades, cantidad que se podría cubrir con cerca de 1 millón de argentinos que donara dos veces al año.

“El donante fidelizado está más informado y comprometido, lo que permite obtener componentes de mejor calidad y una transfusión segura. La sangre se almacena en bancos, los cuales funcionan como una red, desde donde se distribuyen a las distintas instituciones médicas según las necesidades del momento”, precisó Anhel.

El Ministerio de Salud de la Nación promueve la existencia de Bancos de Sangre Regionales que centralicen a los Servicios de Transfusión más pequeños para asegurar el acceso de sangre con garantía de calidad para todos los habitantes.

Cada unidad de sangre donada es aprovechada en su totalidad aunque la durabilidad de cada componente es diferente (el plasma fresco congelado dura 1 año, los glóbulos rojos 35 a 42 días y las plaquetas apenas 5 días). Esta situación exige la permanente renovación del stock de los bancos de sangre para garantizar en todo momento una cantidad apropiada de sangre segura.

La edad promedio del donante de sangre en el 2017 fue entre 20 y 40 años. De ellos, el 57% fueron hombres y el 43% mujeres. El perfil ideal es aquella persona con capacidad y competencia para decidir ser donante de sangre y lo hace con regularidad. Además, sabe que está saludable y está informado acerca de las medidas que debe tomar para mantenerse saludable y los requerimientos necesarios para donar.

Como país se debe lograr contar con el 100% de donantes altruistas y repetidos. Para ello es necesario cambiar la cultura de donación de reposición por la donación altruista y de repetición como parte de la responsabilidad social hacia la comunidad. Depender de la colaboración de donantes a familiares u otros pacientes genera una situación de estrés innecesario frente a una cirugía o internación.

Requisitos para ser donante:

· Ser mayor de edad.
· Pesar más de 50 kg.
· Mujeres no embarazadas.
· Gozar de buen estado de salud.
· No estar anémico.
· No haber tenido hepatitis después de los 10 años de edad.
· En caso de tomar medicación, consultar al médico.

Casos en los que NO se puede donar:

· Si se utilizó drogas de adicción por vía intravenosa o inhalatoria.
· Ser portador de SIDA, Hepatitis B o C, HTLV
· Ser epiléptico, en tratamiento
· Ejercer la prostitución.
· Tener evidencias clínicas de infección por HIV, Hepatitis B o C, HTVL, Chagas o Brucelosis.