Llegó y, como nunca nadie hubiera imaginado, logró un éxito nunca antes visto en el mundo de los juegos. El Fortnite, gratuito, generó ganancias multimillonarias para la compañía creadora y capturó el corazón de más de 200 millones de personas que juegan constantemente.

Este videojuego, en el que hay 100 jugadores que tienen que luchar todos contra todos en una isla hasta que quede vivo uno que se convertirá en el ganador de la partida, logró que músicos, deportistas, actores y famosos de todo el mundo se mostraran jugando en redes sociales. No por nada Antoine Griezmann festejaba con los bailes del Fortnite cuando metía goles.

¿Las claves de su éxito? Dos son las más importante. La principal es que es un videojuego gratuito y la otra que está disponible para todas las plataformas y consolas del mercado.

Tanto si tenés una computadora, como si tenés un celular o una consola podés jugar a este videojuego. Esto hizo que solo dos semanas después de haber sido lanzado tuviera nada menos que 10 millones de jugadores. El éxito fue instantáneo.

Uno de los highlights que tuvo el Fortnite durante el año fue cuando Tyler Blevins, más conocido como Ninja, el jugador más importante del mundo que factura un millón de dólares por mes, jugó con Drake, el rapero del momento. Eso catapultó al juego.

Pero hay mucho más detrás. Los cambios constantes en el mapa, las armas que suman cada actualización, las formas de moverse (aviones, cuatriciclos, carritos de golf, etc.) hacen que los usuarios quieran entrar no solo para divertirse jugando, sino también para ver qué novedades hay. Todo esto hizo que la plataforma se parezca más a una red social que recibe actualizaciones todo el tiempo que a un juego.

Y, a diferencia de lo que todos hubiéramos imaginado, el videojuego no parece haber llegado a la cima y todavía sigue sumando, de manera acelerada, usuarios que vuelven a diario para ver si pueden obtener esa victoria.