Nueve meses después de su irrupción en China, la pandemia de Covid-19 sobrepasó el millón de muertes en el mundo, entre múltiples rebrotes de casos en varios países que ya habían sufrido una primera ola devastadora.

Se confirmaron oficialmente se registraron 1.000.009 decesos en el mundo, de un total de 33.018.877 casos detectados, mientras que 22.640.048 personas sanaron, según las autoridades. Las regiones más afectadas en número de decesos son América Latina y el Caribe (341.032 decesos, de 9.190.683 casos), Europa (229.945; 5.273.943) y Estados Unidos y Canadá (214.031; 7.258.663). El conteo corresponde a la agencia de noticias AFP, que recopila datos oficiales. El registro de la Universidad Johns Hopkins, otra de las fuentes de referencia pero un poco más lenta en la carga de datos, contabiliza 995.608 víctimas fatales.

Estados Unidos es, con diferencia, el país más afectado en número de muertes y casos, con casi 205.000 fallecidos. Le siguen Brasil con 141 mil muertes, India con 94 mil, México con 76 mil y el Reino Unido con 42 mil.

El viernes, la Organización Mundial de la Salud advirtió que las muertes por covid-19 podrían duplicarse y alcanzar los dos millones si no se mantienen medidas para evitar la propagación del virus, mientras Europa enfrenta otra ola de contagios y Estados Unidos registra nuevos picos de infección.

En el estado de Nueva York, que fuera el epicentro de covid-19 en EEUU, registró, por primera vez desde el 5 de junio pasado más de 1.000 casos de contagio en un día. No obstante, la situación es mucho mejor que en la primavera (boreal), en los peores momentos de la crisis sanitaria. El miércoles, los restaurantes de la ciudad de Nueva York, que ya estaban atendiendo al aire libre, podrán reabrir sus salas, pero sólo al 25% de su capacidad.

En Asia, la capital económica y ciudad más importante de Birmania, Rangún, enfrenta un repunte de infecciones, que hace temer a los médicos que se constaten miles de casos nuevos en los próximos días. Pese a estos rebrotes, en Australia, la situación parece estabilizarse. En Melbourne, la segunda ciudad más grande, el toque de queda nocturno en vigor se levantará el lunes, casi dos meses después de haber sido impuesto. Este domingo, en todo el estado solamente se constataron 16 nuevos contagios y dos muertes, en tanto el número de casos activos cayó por debajo de los 400 por primera vez desde el pasado 30 de junio.

En Europa, las restricciones se multiplican para contener los nuevos brotes. La región de Madrid, en España, se apresta a extender las restricciones en vigor a nuevas áreas. A partir del lunes, 167.000 habitantes adicionales (superando así un millón de personas) solamente podrán salir de sus barrios para ir a trabajar, al médico o llevar a sus niños a la escuela.

En el Reino Unido, casi la mitad de Gales estará en confinamiento local: a partir de las 18H00 de este domingo, estará prohibida la entrada o salida en las ciudades de Cardiff y Swansea, salvo razones profesionales o estudiantiles.

En Francia, un colectivo de médicos pidió implementar “desde este fin de semana medidas drásticas”, para evitar “una segunda oleada más difícil de gestionar para hospitales y unidades de cuidados intensivos que la primera”.

En Bruselas, bares y cafeterías tendrán que cerrar sus puertas a las 23H00 (21H00 GMT) a partir del lunes. Y en Italia, los ‘tifosi’ se sienten muy frustrados porque, por ahora, los estadios de la península no pueden acoger a más de mil aficionados por partido.

Estas estrictas medidas provocan descontento y protestas en todo el mundo, como en Londres donde, el sábado, diez personas fueron detenidas y cuatro policías resultaron heridos en una manifestación que concentró a miles de opositores a las restricciones.