Las ofertas en varios pagos sin interés en los comercios se volvieron opciones cada vez más escasas. Incluso los planes del Gobierno, como Ahora 3, 6 y 12, también tienen recargos. Para los planes de pago en cuotas con interés, por ejemplo, el costo financiero total (CFT) ya ronda el 150% anual, pero puede variar según el monto y la cantidad de cuotas elegidas.

El CFT  incluye la tasa de interés, en términos anuales, más todos los costos que genera la financiación en cuotas, como seguro de vida; IVA sobre intereses y otros cargos comunes sobre el precio de contado, el cual suele ser menor al de lista.

Por ejemplo, para un precio de contado de $10.000, financiarse en 3 cuotas hoy tiene un CFT estimado en 152%, frente a una tasa nominal anual de 80% anual. Por lo tanto, el precio final que se paga pasa a ser de $11.595 y el valor de cada cuota de 3.865 pesos.

Para el mismo monto pero con una financiación en 6 cuotas, el CFT sube a 156,26% anual, para la misma tasa nominal anual de 80% a ese plazo, y la compra termina con un precio final de $12.981 y el valor de cada cuota en 2.163 pesos.

A más plazo, más brecha entre la tasa nominal y la final

De acuerdo a un cálculo realizado por la empresa Increase, especializada en administrar los pagos con tarjetas de grandes cadenas y pequeños locales, lo que cobra un comercio para trasladar el costo de vender con financiación depende de la cantidad de cuotas y la tarjeta con la que se haga la operación.

Por ejemplo: para trasladar al precio de venta el costo de financiamiento de 12 cuotas, un comercio debería sumar un 70% al costo del producto. Pero si la venta es en 3 cuotas, el porcentaje a sumar se limita a 16 por ciento.

Si se toma nuevamente una compra de $10.000, en el plan de tres cuotas (Ahora 3) tendrá un precio final de $10.757 con un CFT de 62,67% anual. En el caso de seis cuotas (Ahora 6), el precio final será $11.541 con un CFT de 68,3%. Y con 12 cuotas (Ahora 12), el precio final será $15.208 con un CFT de 78,23% anual.

Con todo, estos niveles de costos de financiación están comenzando a impactar en el stock de saldo a pagar de las compras a plazo con tarjetas. Durante el mes pasado, por ejemplo, la operatoria registró un saldo de $380.892 millones, lo que significa una disminución del 0,6% respecto al cierre del mes pasado, según un relevamiento de la consultora First Capital Group.

“Esto pone en evidencia los esfuerzos que realiza la clientela para disminuir sus gastos. Por otra parte, la escasa oferta de cuotas sin interés también influye de manera significativa en la caída del stock de financiamiento con tarjeta“, explicó Guillermo Barbero, titular de la consultora.

Hay que fijarse la letra chica del financiamiento. Con una tasa de referencia del Banco Central que alcanza el 71% anual, si vamos a los costos financieros fuera del programa oficial arrancan en el 122%. Se dio un salto cuando las tasas de referencia pasaron de 43% al 74% anual. Hay que tener muy en cuenta los costos según el plástico que se usa y tener un cuidado especial con las tarjetas de fidelización, que son de los propias cadenas de supermercados o electrodomésticos, que tienen otros costos y muchas veces se conocen recién cuando viene el resumen“, dijo Damián Di Pace, titular de la consultora Focus Market, especializada en consumo.

“El Gobierno está esperando oxigenar el bolsillo del presente con los planes en cuotas, pero hay que tener mucho cuidado de no ahogarlo en el futuro. La paritaria de comercio está en 30% y con un 60% de costo financiero tengo una diferencia del 30%. Ese spread entre la nueva paritaria y las tasas de financiación, el bolsillo del consumidor se estrangula. El uso de tarjeta de crédito cayó pero, además de eso, es que más argentinos están usando la tarjeta de crédito para financiar sus consumos diarios. Esto pega sobre un segmento medio y medio bajo que claramente tuvieron recomposiciones por debajo de la inflación o trabajan en la informalidad”, agregó Di Pace.