La Fiscalía General del Estado de Guanajuato confirmó en un comunicado que el objetivo del grupo armado que entró a la comandancia de policía el jueves en la Comandancia Norte de Policía de Celaya, era matar a Armando Soto González “El Triste”, no liberarlo.

Pese a que lo sacaron a la fuerza en pleno día, no lo mataron en la comandancia sino que lo metieron en la cajuela y finalmente murió en la balacera ocurrida en la persecución entre la policía y los hombres que fueron por él.

Las autoridades municipales de Celaya, confirmaron el deceso de cuatro personas, relacionadas con el ataque, en el que un grupo armado ingresó a las instalaciones de la policía aproximadamente a las 16:25 hrs. ingresaron por el acceso principal a la Comandancia Norte debido a que los guardias los confundieron al llevar uniformes tácticos.

Sometieron a elementos de la policía municipal e ingresaron a las instalaciones para llevarse a una persona de nombre Armando Soto González apodado “El Triste”, y que en esos momentos se encontraba detenido en los separos de esta dependencia al haber quedado a disposición de las autoridades por las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado, esto después de haber sido detenido en el municipio de Jerécuaro por delitos contra la salud.

Presuntamente el detenido Armando Soto, radicaba en San José de Guanajuato, vecina entidad de Santa Rosa de Lima, zona de control del cártel homónimo liderado por José Antonio Yépez “El Marro”, presunto líder huachicolero (robo de combustible).

Era la tercera a vez que lo detuvieron

“El Triste” fue relacionado con el cártel de La Familia Michoacana y había sido detenido en el 2012 acusado de pertenecer a ese grupo del crimen organizado, incluso fue señalado de ser el jefe de plaza de los municipios Jerécuaro, Coroneo, Tarandacuo, Acámbaro y Tarandacuao.

En 2014 también fue recapturado por la Procuraduría General de Justicia, a quien presentó como un “peligroso” líder de La Familia Michoacana en el sur de la entidad.

En ese entonces, el procurador Carlos Zamarripa Aguirre detalló que el presunto sicario tenía un bar con la razón social “El Golpe” que utilizaba como centro de distribución de estupefacientes, actividad que desarrollaba en el sur del estado por lo menos desde 2009, con la complicidad de autoridades policiacas de los municipios en los que operaba.

Y que en su declaración ministerial confesó que entregó sumas de dinero a comandantes policíacos a cambio de protección y de información.

A pesar de todos esos elementos de prueba, la PGJE no pudo consignar en aquel entonces al presunto jefe de plaza de La Familia Michoacana porque el pasado miércoles 23 el subprocurador de la región de Celaya, Armando Amaro, anunció su recaptura en 2014, aunque lo acusaron únicamente del presunto delito de extorsión.

“Los hechos ocurrieron en junio de 2013, cuando el hoy detenido se acercó a los ofendidos, a quienes insistió en la entrega de dinero a cambio de no privarlos de su libertad. Se encuentra en el Cereso de Acámbaro, a disposición del juez”, dijo Amaro Vallejo, sin embargo salió posteriormente.

Al conocerse su recaptura, el procurador Zamarripa negó que su liberación anterior hubiera sido ordenada por las fallas en el trabajo de investigación y del Ministerio Público, y se dijo inconforme con la decisión del juez.

“Respetamos la decisión del juez, pero no estamos conformes con ella”, declaró el funcionario al periódico local AM.

En respaldo a la posición del titular de la PGJE, el gobernador Miguel Márquez salió a pedir a los jueces locales “cuidar” sus criterios al liberar a los delincuentes ante el daño que puede sufrir la sociedad.

De hecho, el gobernador panista dijo haber dado instrucciones al secretario de Gobierno para que éste se pusiera en contacto con el titular del Poder Judicial, Miguel Valadez, a fin de “revisar ese tipo de casos”.

En respuesta a los señalamientos del gobernador Márquez, el Poder Judicial emitió este comunicado en el que precisó que Armando Soto fue absuelto de la acusación de secuestro agravado (expediente 20/2011) porque el juez determinó que no se presentaron suficientes pruebas para señalar su responsabilidad.

Esa decisión fue impugnada por la Fiscalía, pero una sala penal del Supremo Tribunal confirmó la decisión del juez penal, por lo que el presunto líder de la Familia Michoacana obtuvo su libertad.

“Hay una nueva imputación (desvinculada del asunto anterior) bajo expediente 21/2014, ahora por el delito de extorsión, respecto del cual el inculpado está recluido” y sujeto a proceso.

Además dijo que era el principal distribuidor de droga y que la dependencia a su cargo tenía en ese momento varias órdenes de aprehensión por secuestro agravado, homicidio calificado y extorsión.

Sin embargo, este jueves “El Triste” fue detenido por elementos de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE), y fue trasladado al área de barandilla de la Comandancia Norte, donde ocurrió el ataque y se secuestro que derivó en su muerte.