Su equipo, el Boston River, perdía y el entrenador saltó a la cancha en busca de la ansiada igualdad.

Sebastián “El Loco” Abreu regaló una perlita que hará inolvidable (todavía más) la fecha en la que se reanudó el fútbol en Uruguay tras el parate por la pandemia de coronavirus.

El ex atacante de la Celeste, actual entrenador del Boston River charrúa, improvisó una estrategia sorprendente este domingo, cuando su equipo perdía 1 a 0 ante el Montevideo Wanderers: se desdobló y, en el segundo cambio, se metió a sí mismo en el campo de juego para intentar empatar el partido o dar vuelta la historia, pero no funcionó.

La planilla de los locales, del partido por la cuarta fecha de la Primera División de Uruguay, ya advertía la curiosidad: allí se veía al Loco Abreu en su doble rol, como DT y con su mítico número 13, último integrante del banco de suplentes para el juego en el estadio Parque Capurro de Montevideo.

El desdoblamiento ocurrió a los 63 minutos, cuando los suyos llevaban 20 minutos jugando con un hombre más (por la expulsión de Bruno Veglio) y sin poder cambiar la historia: Abreu DT sacó a su compatriota Robert Flores y metió a su alter ego futbolista, entrañable goleador y séptimo máximo artillero de la Selección uruguaya.

El partido, tras el ingreso del ex San Lorenzo, River y Rosario Central -sus clubes en el fútbol argentino-, empeoró para Boston River, que a un minuto del final sufrió un nuevo gol. Y ganó Wanderers nomás, en el primer partido de ambos equipos tras más de 150 días sin jugar, con goles de Ignacio González, a los 30 minutos, y de Leonardo Pais, sobre el final. Habría que preguntarle al delantero si, tal vez, no fueron del todo claras las indicaciones que le dio Abreu a Abreu cuando estaba por ingresar.