Bautista es salteño y tiene 10 años. Se quebró en la última Navidad las dos piernas y hasta ahora no consiguen que le hagan la cirugía. Por eso apela al primer mandatario.
El padecimiento de Bautista es terrible, sobrevive en el día a día con mucho dolor. Se trata del niño salteño con huesos de cristal que se quebró sus dos piernas en la última Navidad y que desde esa mala noche está esperando la cirugía para que le quiten los dos clavos en tibia y femur y le coloque unos nuevos. El dolor es indescriptible.
Por alguna cuestión burocrática ni la obra social ni el mismo ministro de Salud de la Provincia, Juan José Esteban pueden solucionar ni gestionar la cirugía de Bauti. Corren las fechas y hasta ahora, a casi dos meses, nada. La única razón más o menos lógica que le dieron a María, la mamá de Bautista, es que “en todo el país hay una sola caja de clavos, que son las herramientas para realizar las cirugías”.