En un año subieron entre un 65% y un 110%. Un pote no baja de los $800 y dura apenas un mes para una sola persona.

Especialistas sobre cómo protegerse de los rayos UVB si no podés comprar una pantalla solar y cómo detectar un lunar sospecho.

El sol es beneficioso porque nos ayuda a sintetizar la vitamina D y secreta endorfinas lo que hace que uno se sienta muy bien, pero el efecto del sol es también maligno a largo plazo. “Las células se van dañando poco a poco, y el efecto del sol al que estuvimos expuestos muchas veces aparece en la piel 10, 15 o hasta 20 años después”, advierten los dermatólogos, quienes aconsejan enfáticamente cuidarse diariamente de los rayos ultravioletas y todos los meses del año.

El problema viene cuando protegerse de la exposición al sol se torna económicamente imposible. En un año, los protectores solares de producción nacional y venta masiva subieron un 65%, quince puntos por encima de la inflación anual, que fue en octubre del 50,5%, según el Indec.

Los importados directamente duplicaron su valor en 10 meses. Y los de primera marca internacional, tuvieron alzas de más del 140%, según constató minutouno.com.

Así las cosas, un pote de una pantalla solar de 40, de 250 ml de una marca nacional reconocida no baja hoy de los $750. Ese frasco dura apenas un mes para una sola persona, ya que la Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja aplicarse cada dos o tres horas si se está expuesto en las horas de mayor precaución. El año pasado, ese mismo producto valía $450.

En el caso de una familia tipo, una pareja con dos hijos pequeños, hay que contemplar un gasto mensual de $2400 como mínimo, monto que resulta muy oneroso para la gran mayoría de las familias argentinas, que sufren mes a mes la pérdida del poder adquisitivo del salario frente a la inflación galopante. Este año, la suba general de precios cerrará entorno al 57%, según estimaciones de las consultoras. Y en 4 años de la gestión de Mauricio Macri, los sueldos perdieron un 20% frente a la inflación, de acuerdo al Indec.

¿Por qué son tan caros?
Existen un conjunto de factores. En primer lugar: la materia prima y la textura, lo que hace que el precio varíe considerablemente.

Dentro de los protectores solares, están los que tienen mayoría de componentes químicos y los que tienen prevalencia de sustancias físicas. “Las pantallas con fórmulas físicas son más económicas, pero tienen una estructura más oleosa, lo que quiere decir que te dejan la cara blanca y no son las más cómodas para el día a día, aunque son económicas y con alto nivel de protección”, explicó a minutouno.com Karina Ulibarri, cosmiatra de la empresa nacional Luvré y miembro de asociación ACEAS.

En cuanto a los productos basados mayormente en componentes químicos quiere decir que “lo que hacen es transformar la radiación ultravioleta para que no sea agresiva a la piel, pero justamente esa acción química provoca que pierdan fuerza en el transcurso de las horas, y por eso decimos que hay que retocarse cada dos o tres horas. Estos protectores son más caros que los que tienen componentes físicos”, subrayó Ulibarri.

Otra de las razones que hace oneroso un protector son los estudios clínicos y el registro a la ANMAT. Para comprobar que la pantalla solar protege, se necesitan análisis y aprobaciones de organismos específicos en Brasil o Estados Unidos, lo que en conjunto encarece bastante el producto.

A todo ello hay que sumarle el costo comercial. “El mayor problema con el precio es la marca, si está consolidada en el mercado, el valor la pone la compañía, y ahí se ven todo tipo de abusos”, observó Ulibarri en diálogo con este portal.

A modo de ejemplo, un protector facial de 50 ml de la empresa nacional donde trabaja cuesta alrededor de $600 mientras que una pantalla de una primera marca internacional varía entre los $1.000 y $1.200.

El precio exorbitante de los protectores solares -un pote de 250 ml de una marca premiun no baja de los $1500- fue muy hablado en las redes sociales, pero un aspecto que no suele plantearse ni recibe quejas es ¿por qué si los protectores sirven para prevenir una enfermedad como el cáncer de piel no son recetados por los médicos?

“Una persona que trabaja al aire libre como un albañil o un repartidor está muy expuesto al sol y tal vez no sean las personas que tengan la posibilidad de gastarse $1000 por mes, y éstos tiene un riesgo enorme y deberían tener cubierto por la obra social el protector”, consideró Ulibarri.

Lo cierto es que no existe ningún proyecto de ley para que se trate el tema, cuando una crema para prevenir las estrías en casos de embarazos, por ejemplo, sí está cubierta por las prepagas.

La Sociedad Argentina de Dermatología logró el año pasado incluir a los protectores en el plan Precios Cuidados donde hubo opciones interesantes a buen precio, pero este año los laboratorios no accedieron.

Cómo protegerse, cuando no se puede comprar un protector
Existen otras formas de cuidarse del daño del sol. Los dermatólogos hacen hincapié en vestir “prendas claras, con mangas largas” y utilizar anteojos con filtros UVB y sombrero.

“La protección solar no es solo con la pantalla solar, sino también evitando la exposición del sol de 10 a 16, utilizando ropa adecuada”, señaló a este portal María Cecilia Amadeo, dermatóloga del Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) y puso especial énfasis en alertar a las “personas de tez muy blanca, ojos claros y los pelirrojos, que nosotros llamamos fototipo 1” porque “son los que cuentan con mayor predisposición a tener cáncer de piel”.

A su vez, los adultos mayores y los bebés menores de 6 meses no deben exponerse al sol, porque al riesgo de los rayos ultravioleta se suma el peligro de deshidratación.

Y los chicos menores de 6 años no pueden protegerse con protectores solares, por lo que tienen que usar ropa que los cubra y no exponerlos al sol preferentemente.