Convocados por el Ministerio de producción y Desarrollo, diferentes actores de la cadena olivícola de Catamarca se reunieron ayer por la mañana ante la necesidad de trabajar en el proyecto de ley para declarar la emergencia agropecuaria del sector, a consecuencia de las condiciones climáticas que se presentaron en las zonas productoras. En virtud de ese negativo panorama, se estima que las pérdidas se calculan en varias veces millonarias para la cosecha que se viene, más otros ítems que tienen que ver con la cuestión logística, como disminución de mano de obra y flete.

Participaron de la reunión encabezada por el secretario de Agricultura, Ganadería Agroindustria Hugo Corpacci y el director de Extensión Rural Miguel Soria, referentes de la Asociación Olivícola de Catamarca (ASOLCAT); el Registro Nacional de Trabajadores rurales y Estibadores (RENATRE); la Subsecretaría de Promoción de Inversiones; el INTA; la Coordinación del sector Olivícola; y de las direcciones de Agricultura y de Extensión Rural; y la Agronomía de Zona de Pomán.

ASOLCAT había solicitado considerar la emergencia agropecuaria en virtud del informe que realizó la entidad donde se indica que “se esperaba  una cosecha alta para el 2019, ya que se observó una importante floración en las distintas variedades de olivo plantadas”. Sin embargo, en los departamentos Valle Viejo, Capayán, Pomán y Andalgalá se produjo un viento zonda acompañado de temperaturas que superaban los 40°C, con humedad relativa del  0% en plena época de floración de las plantas. Esta situación imposibilitó la hidratación de los órganos de la floración, causando importantes daños a la producción de las plantaciones de olivo, con grandes pérdidas.

Otros temas

Además de abordar el tema específico de la emergencia agropecuaria, desde ASOLCAT se solicitó trabajar en otras cuestiones para que las empresas puedan paliar la crisis que afrontan. Por un lado, pidieron que se gestione para que el pago de la energía se pueda hacer en cuotas dados los elevados costos del servicio y el bajo rendimiento de la cosecha en los dos últimos años, dado por cuestiones climáticas.

Asimismo, se solicitó que los municipios de Valle Viejo, Capayán y Huillapima dispongan de una guardería para que los hijos de cosecheras que se incorporen a trabajar sean atendidos durante la campaña 2018/2019 que inicia en febrero.