Dólar bolsa, compra de propiedades desde el pozo e inversiones en el mercado de capitales son algunas de las opciones. Pero es necesario contar con un asesoramiento que tenga en cuenta cuáles son las necesidades del inversor
Las alternativas de inversión se achicaron por las restricciones a la compra de dólares
¿Qué pueden hacer los ahorristas cuya capacidad de inversión excede la compra de los USD 200 mensuales que hoy autoriza el Banco Central? Hay varias opciones, que varían de acuerdo al nivel de riesgo que quiera afrontar el inversor, el resto de su patrimonio, en qué plazo necesita recuperar el dinero invertido y en qué moneda. “No hay un mismo remedio para todo el mundo. Es caso por caso. Hay gente que se ve perjudicada porque le dieron la misma dosis que al resto”, advierte Mariano Sardans, CEO y fundador de FDI, firma de asesoramiento financiero.
Aquí, algunas de las alternativas que están utilizando los ahorristas:
El “dólar bolsa” o MEP
Una de las opciones es el llamado “dólar bolsa” o MEP, que hoy ronda entre $71 y $72, un valor más alto que el dólar oficial. Eso implica comprar un bono local, mantener la tenencia por cinco días y después vender el mismo bono contra dólares. En este caso, el riesgo es la variación del precio del bono. Se hace en general con el Bonar 2024, que es uno de los más líquidos.
“El mercado de capitales quedó encorsetado por las regulaciones que se habían puesto previas al último supercepo. Quedó poco margen de maniobra si un ahorrista quiere dolarizar su plazo fijo en pesos sin correr algún riesgo”, advirtió el economista Diego Martínez Burzaco, titular de MB Inversiones.
Para realizar esta operación se requiere tener abierta una cuenta comitente, en un banco o a través de una sociedad de bolsa. Incluso se puede hacer a través de homebanking.
Plazos fijos ajustables por UVA
La otra alternativa son los plazos fijos ajustables por UVA (Unidad de Valor Adquisitivo), que ajusta el capital según la variación del CER (Coeficiente de Estabilización de Referencia). Esto refleja la evolución de la inflación, ya que para determinar el CER se toma como base la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el Indec. El depósito inicial se expresa en UVA de ese momento. Y al vencimiento, convierte en pesos al valor del UVA correspondiente a esa fecha. “Las tasas de los plazos fijos deberían bajar un poco mientras que la inflación va a permanecer alta. Hacer un plazo fijo UVA es una alternativa”, destacó Martínez Burzaco. Generalmente se ajustan por UVA más un 3% o 4% de interés.
Mercado de capitales
Las opciones en el mercado de capitales —bonos y acciones— son para un perfil de inversor más arriesgado. “No es que en general la Bolsa sea arriesgada, pero sí lo es la situación actual donde hay mucha incertidumbre. Elegir acciones o bonos en este momento tiene que estar un poco alineado con qué modelo de país vamos a tener en los próximos tres o cuatro años”, advirtió Martínez Burzaco. Por ejemplo, si se tienen en cuenta algunas de las declaraciones sobre las políticas económicas que podría realizar el presidente electo Alberto Fernández, es probable que tengan mejores resultados empresas relacionadas con la industria que las compañías de servicios públicos o los bancos.
“Las empresas del índice Merval valen un 25% de los máximos alcanzados hace casi dos años. Desde esa perspectiva, estás comprando algo a buen precio si tenés el tiempo para esperar. Nuevamente, el riesgo tiene que quedar muy claro porque en el corto plazo pueden seguir bajando. Hay que pensarlo para tres o cuatro años vista”, aclaró el especialista.
En el mercado local, también están los CEDEAR, que son certificados de depósito de acciones de empresas extranjeras que no tienen oferta pública en la Argentina (quedan en custodia en una entidad crediticia y se pueden negociar como cualquier acción). “Se puede invertir en Apple, Microsoft, Netflix, lo que te aleja del riesgo argentino, pero en ese caso el dólar de referencia es el Contado con liquidación (CCL), que ronda entre $75 y $76 aproximadamente. El inversor se debe olvidar de los $62 del dólar oficial”, señaló.
Los bonos locales, en tanto, están sujetos a la reestructuración de deuda que se viene, donde no se sabe aún cómo será el proceso y si habrá quitas. Es solo para los que tengan paciencia para atravesar todo el proceso.
En niveles de riesgo, lo más bajo es dolarizar la cartera a través de algún instrumento (dólar bolsa, Cedears) y “sentarse arriba” de los dólares hasta que pase la incertidumbre económica. Las dosis de riesgo van subiendo si se agregan algunos activos argentinos, acciones más que bonos.
Títulos ajustados por inflación
Una de las formas de cubrirse, frente al acceso limitado a los dólares, es comprar algún titulo indexado que ajuste por inflación como el PR13 o el TC21 que son los más cortos, con dos años de plazo. El PR13 se paga mensualmente y el TC21 al final, por lo tanto, depende de la estrategia de cada uno. “En la sociedad de bolsa hoy hay mucha competencia y por lo tanto lugar para pelear los precios y las comisiones, que pueden variar desde 0,1% a 2%”, recomendó Sardans, de FDI.
“Hay una idea de bajar la tasa para ‘anabolizar’ el consumo. Es una forma de obligar a la gente a comprar bienes porque los que tienen ahorros en pesos sienten que la tasa no los cubre. También al bajar la tasa mucha gente podría comprar bonos en dólares”, agregó. El título PR13 paga el 61% por encima de la inflación y el TC21 el 88%.
Las opciones más conservadoras
“Lo más conservador es el contado con liqui, con lo que llevás la plata afuera, y una letra del Gobierno de los Estados Unidos”, detalló el especialista. También están las “cauciones bursátiles”, son el instrumento de plazo fijo de la Bolsa, con colocaciones de un día a 40 días, según detalló Sardans.
Comprar propiedades desde el pozo
Los desarrolladores aún no observan un mayor interés de los ahorristas o inversores por comprar propiedades en pesos, pero estiman que es una situación que podría darse más adelante, si se mantienen las restricciones. “Ojalá se concrete, pero todavía es algo prematuro”, estimó Damián Tabakman, el presidente de la Cámara de Desarrollares Urbanos (CEDU).
“Invertir desde el pozo hoy es súper conveniente porque medido en dólares, construir es más barato. Es un muy buen momento para aprovechar si se tiene un excedente en pesos. Construir ahora y salir a vender cuando la cosa aclare”, aseguró Tabakman. Según detalló, un departamento de entre 40 y 50 metros cuadrados puede tener un costo de USD 100.000, que se paga en pesos a lo largo de lo que dura la obra, que en general es de tres años. Pero las empresas pueden requerir un adelanto en dólares que es lo que requiere el desarrollador para “calzar” la compra del terreno.