Estados Unidos ofreció este lunes una recompensa de hasta 10 millones de dólares por información que podría ayudar a interrumpir el financiamiento de Hezbollah, el grupo terrorista chiíta respaldado por Irán. El anuncio del Programa de Recompensas del Departamento de Estado estadounidense se produce en medio de las crecientes preocupaciones de la administración de Donald Trump sobre el creciente papel de Hezbollah en el gobierno libanés.

El subsecretario del Tesoro, Marshall Billingslea, hizo el anuncio durante una comparecencia ante la prensa internacional y aseguró que el Gobierno está “preparado para pagar” a todos aquellos que ayuden a identificar a los grandes donantes de Hezbollah y puedan entregar pruebas sobre su actividad financiera, desde registros bancarios y recibos de aduanas hasta información sobre empresas pantalla de ese grupo. “Cuando opera, Hezbollah deja detrás un rastro de documentos. Lo que estamos ofreciendo aquí por primera vez es una recompensa por información sobre esos documentos”, destacó Billingslea.

Hezbollah gana casi mil millones de dólares al año por medio de apoyo económico directo por parte de Irán, negocios e inversiones internacionales, redes de donadores, corrupción y actividades de lavado de dinero. El grupo usa estos fondos para apoyar sus actividades maliciosas por todo el mundo, incluyendo: despliegue de los miembros de su milicia hacia Siria para apoyar la dictadura de Assad; presuntas operaciones para llevar a cabo vigilancia y recopilar información en el territorio nacional estadounidense; y capacidades militares mejoradas hasta el punto que Hezbollah afirma tener misiles con guía de precisión. Estas operaciones terroristas están financiadas a través de redes internacionales de Hezbollah de actividades y simpatizantes financieros, infraestructura y facilitadores financieros que forman el elemento vital de Hezbollah”, explica el programa “Reward for Justice” en su web.

Hezbollah recibe una cantidad importante de armas, entrenamiento y financiamiento de Irán, país que ha sido clasificado por la Secretaría de Estado como promotor del terrorismo. El Departamento de Estado designó a Hezbollah como organización terrorista extranjera (FTO, por sus siglas en inglés) en octubre de 1997 y como Terrorista mundial especialmente designado (SDGT, por sus siglas en inglés) en octubre de 2001.

Es la primera vez que el Departamento de Estado ofrece una recompensa por las actividades financieras de Hezbollah.

El programa pone a disposición recompensas para quienes brinden información que conduzca a la identificación e interrupción de una fuente importante de ingresos para la organización o sus mecanismos clave de facilitación financiera; donadores principales de Hezbollah y facilitadores financieros; instituciones financieras y casas de cambio que faciliten a sabiendas transacciones importantes de Hezbollah; negocios e inversiones que pertenezcan a Hezbollah o que este controle; empresas testaferro dedicadas a adquisiciones internacionales de tecnología de doble uso; y
planes criminales en los que participen miembros y simpatizantes de Hezbollah, los cuales se beneficien económicamente de la organización.

El ofrecimiento de recompensa destaca especialmente a los siguientes tres individuos como ejemplos de financieros y facilitadores clave de Hezbollah:

El libanés-belga Mohammad Ibrahim Bazzi es hombre clave en las finanzas de Hezbollah que ha proporcionado millones de dólares grupo terrorista generados gracias a sus actividades comerciales. Controla y es propietario de Global Trading Group NV, Euro African Group LTD, Africa Middle East Investment Holding SAL, Premier Investment Group SAL Offshore, y Car Escort Services S.A.L. Off Shore. En mayo de 2018, Bazzi y sus empresas afiliadas recibieron la clasificación de terroristas globales especialmente designados.

El libanés Adham Tabaja es un miembro del Hezbollah que mantiene lazos directos con elementos organizativos superiores de la organización, incluyendo el componente operativo del grupo terrorista, la Yihad Islámica. Tabaja también tiene propiedades en el Líbano en nombre del grupo. Es propietario mayoritario de la empresa de desarrollo de bienes raíces y construcción Al-Inmaa Group for Tourism Works ubicada en el Líbano. En junio de 2015, Tabaja, Al-Inmaa Group for Tourism Works y sus sucursales recibieron la clasificación de terroristas globales especialmente designados. El Reino de Arabia Saudita también ha clasificado a Tabaja y sus empresas como entidades terroristas. Todos sus activos en Arabia Saudita están congelados y las transferencias por medio del sector financiero del reino, así como cualquier licencia comercial asociada con ellas, están prohibidas.

El ciudadano libanés Ali Youssef Charara es un financista clave de Hezbollah, así como presidente y gerente general de la empresa de telecomunicaciones Spectrum Investment Group Holding SAL con sede en el Líbano. Charara ha recibido millones de dólares del Hezbollah para invertir en proyectos comerciales que respaldan financieramente al grupo terrorista. En enero de 2016, Charara y Spectrum Investment Group recibieron la clasificación de terroristas globales especialmente designados.