Leonardo tiene treinta y pico de años y atraviesa el momento más difícil de su vida: no consigue que le permitan dar más horas de clases de Literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, donde enfrenta las quejas de las autoridades y la apatía de sus alumnos, y la separación de su mujer lo obliga a irse a vivir al quincho de la casa de los padres de un amigo. Escritor frustrado y más desmotivado que nunca, el protagonista de Con este miedo al futuro, la segunda película de Nacho Sesma, busca reorientar su vida mientras se interesa por una de sus estudiantes.

Sesma cuenta a Infobae Cultura que la idea su segundo largometraje, que se exhibió en marzo en el Centro Cultura Recoleta y que ya se encuentra disponible en la plataforma CINE.AR , surgió mientras se proyectaba su ópera prima, Noche de perros, estrenada en 2016. “Quería contar la historia de un personaje diferente en una película de un género diferente”, dice el director, que tiene 29 años y se formó como montajista en la FUC.

“Tenía ganas de contar la historia de un personaje que la está pasando mal”, redondea Sesma, y se entusiasma: “Quería que fuera útil para alguien que la estuviera pasando mal por cualquier razón; quería que sirviera para algo y que no fuera solo un entretenimiento”.

“Me interesaba retratar un vacío existencial que creo que muchas personas tienen y quería que el relato transitara dos estados de ánimo: una depresión existencial porque sí y también darle un anclaje en algo conciso que le pasó al personaje y que se descubre al final de la película”, explica Sesma.

La oscuridad que prima en la película se ve por momentos contrarrestada por la frescura del personaje que interpreta Ailín Salas, una alumna de la carrera de Letras que manifiesta cierto interés por la escritura y también por Leonardo, el docente que encarna Facundo Cardosi. “Yo sabía que el elemento amoroso no tenía que ser muy predominante, no quería que la historia virara en esa dirección y que ella salvara al protagonista, creo que ese fue el mayor riesgo”, comenta el cineasta.

Al director le gusta pensar su primera película como una suerte de recipiente en el que volcó todo el cine que había consumido durante toda su vida: “Hacer Noche de perros fue cumplir un objetivo en mi vida y en mi profesión. Una vez terminada, me dieron ganas de ver el cine desde otro lado e intentar que fuera útil. Y los documentales por ahora no me salen, entonces pensé en una ficción que sirviera para algo…”.

¿Cómo definiría el director el trabajo con los actores? “Acá, al igual que en Noche de perros, traté de que las actuaciones fueran lo más naturales posibles, es una película de muchos primeros planos y quizás por eso los gestos están un poco escondidos. Cada vez que filmábamos los diálogos eran menos que los previstos, se trataba de restar en lugar de sumar cosas”.

Mientras escribe su tercer largometraje y una serie, Sesma reconoce que Con este miedo al futuro es, en más de un sentido, más arriesgada que su obra anterior. Y reflexiona: “No es una película tan entretenida. La estructura dramática no responde a un género en particular y tampoco a las reglas que las películas aptas para todo público tienen. La historia es bastante oscura y eso la resta público. Menos gente va a conectar porque no le interesa, pero espero que para algunos valga la pena”.