Solo de diciembre a enero los vegetales se encarecieron un 30 por ciento. El aumento de las carnes quedó en tercer lugar, con un 75 por ciento.

“Comer verdura está más caro que comer carne”, es la frase que repitieron las cocineras de los comedores a este medio. La frase no es una percepción, los datos que relevó el Isepci (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana) dan cuenta de que las verduras incidieron en buena parte la inflación de la canasta alimentaria durante el año pasado. El primer mes del año refleja lo mismo.

De enero 2022 a enero 2023 el costo de la canasta básica alimentaria pasó de $34 mil a poco más de $74 mil, lo que implica un aumento de año a año del 107,09%. Mientras que la Canasta Básica Total, que incluye gastos de alimentos más servicios, transporte y vestimenta pasó de casi $80 mil a rozar los $160 mil, con una variación interanual de 100,04%.

“Lo interesante de la Canasta Básica Total es que determina la línea de pobreza y la canasta básica de alimentos, la de indigencia; quien no logra cubrir el costo de esa canasta está por debajo de la línea de indigencia”, precisó Federico Maigua, titular del Isepci.

Para registrar las variaciones de las canastas de alimentos se tienen en cuenta los precios de tres rubros: carne, verduras y almacén. De esos tres, las verduras son lo que más aumentó año a año, con un 227%, en segundo lugar los productos de almacén con 118% y en tercer lugar la carne, con 75%.

“Es abismal la diferencia. Te encontrás con la palta a $220 el kilo y manzana a $1.200”, advirtió Maigua.

Hace un año

Según informaron desde el Isepci, durante el primer mes del año el rubro de los vegetales y las frutas dio un gran salto, con un 30% de incremento de diciembre a enero. Pero estos datos, indicaron, no son diferentes a lo que se observa desde hace más de un año: las verduras dan la nota.

Al ser uno de los productos primarios a la hora de cocinar, se advirtió sobre sus consecuencias nutricionales: “Esta constante afecta la alimentación de adultos, jóvenes y niños. Es más caro alimentarse con comida sana que con carbohidratos, como arroz o fideos, que son más baratos que, por ejemplo, la acelga o huevos”, advirtió el representante del Isepci.

Consultado sobre cuál es la explicación que dan los vendedores, se indicó que durante el relevamiento de precios en los barrios, los verduleros señalan que los costos vienen altos desde Cofruthos, mientras que los almaceneros apuntan a los mayoristas. “Y cuando vamos al Cofruthos nos dicen que varían mucho porque hay algunos productores que van directamente y te pueden ofrecer a un precio menor, pero que son minoría porque los que están en el mercado son terceros, no productores, y que ya tienen el aumento del transportista que tiene otro aumento por las ganancias y el productor es el primer eslabón de la cadena”, precisó Maigua.

Por lo tanto, detectar en qué parte de la cadena de comercialización se da el mayor aumento es complejo, situación a la que Maigua relacionó con la falta de control de la que “la gente paga las consecuencias” .

Alimentos aumentan un 11% en enero

La inflación en alimentos no cede y enero dio una bienvenida al año con un aumento de precios del 11,35% en la canasta básica alimentaria, mientras que la de la canasta básica total fue del 10,85% según datos del Isepci (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana).

Estos datos surgen de comparar la variación de diciembre a enero. La canasta alimentaria en el último mes de 2022 se ubicó en $63.277, para pasar a enero a $70.457. En tanto que la canasta básica total (CBT), que suma transporte, servicios y vestimenta, pasó de $144.271 en diciembre 2022 a $159.939 en enero 2023.

“Para tener una idea, una familia tipo en Salta necesitó durante enero $2.350 por día para alimentarse”, indicó Federigo Maigua, titular del Isepci.

En comparación con el salario mínimo vital y móvil (SMVM) que se toma como punto de referencia de ingreso para compararlo con los egresos que implican la canasta básica total, se advirtió un 3% de pérdida del poder adquisitivo de diciembre a enero. Esto se explica a raíz de que en el último mes del 2022 dos SMVM cubrían el 80% de la CBT, en tanto que en enero cubre solo el 77%. “Si se entiende que una familia tipo de dos adultos tienen dos SMV no te garantiza estar por encima de la línea de pobreza”, advirtió Maigua.

El especialista evitó hacer lecturas sobre estos datos ya que, señaló, mientras algunos meses dan alto, otros dan más bajo por lo que, indicó, las primeras lecturas pueden hacerse en el primer cuatrimestre del año. En este sentido, Maigua recordó que el año pasado los primeros meses del año arrojaron cifras altas, de alrededor del 10%, para cerrar el año en un 95% de aumento en la canasta alimentaria y la total en un 98% .

Fuente / El Tribuno