La medida apunta a individuos inmunocomprometidas y se debe al avance de la variante Ómicron. La decisión sobre esta nueva aplicación a se dará a conocer a finales de esta semana.

Ante el avance de Ómicron en todo el planeta, Israel comenzó a evaluar la aplicación de una cuarta dosis de la vacuna contra el Covid-19 para personas inmunocomprometidas, según advirtieron medios locales. La decisión, que aún se encuentra en evaluación por parte de las autoridades sanitarias israelíes, se daría a conocer a finales de esta semana.

Posicionada como una de las naciones que marcó los primeros pasos en lo que se refiere a inmunizaciones, dosis y refuerzos, Israel vuelve a poner sobre la mesa una estrategia que busca frenar el avance de Ómicron. Según informaron desde la televisora israelí Channel 12 y la agencia de noticias Sputnik, las autoridades sanitarias israelíes se encuentran analizando los beneficios e inconvenientes de la administración de una cuarta aplicación.

En este caso, esta nueva aplicación estará destinada a las personas que se encuentran bajo un mayor riesgo de desarrollar cuadros graves y morir, como son aquellos que cuentan con un sistema inmunológico debilitado (por ejemplo, receptores de trasplantes, bajo tratamiento con inmunosupresores y pacientes oncológicos, entre otros), los cuales cuentan con menores chances de desarrollar anticuerpos para combatir la infección.

La amenaza de Ómicron en Israel

En las últimas horas, el Gobierno israelí informó cuatro nuevos contagios con la variante Ómicron, con lo cual ya son 11 los casos confirmados y otros 24 se encuentran bajo análisis. Según explicaron, entre los afectados por esta nueva mutación se encuentran dos personas provenientes de Francia y una de Sudáfrica (con esquema completo y refuerzo de Pfizer) y la restante procedente de Estados Unidos (tres dosis de Moderna).

“Hasta el día de hoy se han identificado en Israel a 11 personas verificadas que han estado expuestas a la variante Ómicron”, informó el Ministerio de Sanidad en un comunicado. Por su parte, el primer ministro israelí, Naftali Benet, agregó: “Debemos ser prudentes. Se trata de una nueva cepa de la que aún no conocemos lo suficiente, aunque sabemos con un alto nivel de certeza que es muy contagiosa”.

Vale recordar que desde hace una semana, Israel cerró (hasta, al menos, el 16 de diciembre) sus fronteras para los turistas. Mientras que todos los ciudadanos que regresen al país desde el exterior deberán cumplir con una cuarentena de, por lo menos, tres días.

Asimismo, el Gobierno impuso la realización de una prueba PCR entre los tres y siete días posteriores a su llegada. Aquellos que no efectúen el diagnóstico deberán abonar una multa de hasta 2.500 shékels (700 euros).