Desde el 20 de diciembre, los cortes vacunos vienen sufriendo ajustes. Carniceros advierten que las ventas cayeron en lo que va del año 20%.

En 2018, la carne aumentó por encima de la inflación: 50%, en promedio. Y en apenas los dos primeros meses del año, los cortes más populares ya llevan un alza promedio de 23% en el área metropolitana, según los datos del IPC que releva el INDEC. En algunos casos la suba es del 24%, y si se tiene en cuenta las remarcaciones de precios desde el 20 de diciembre, el aumento trepa al 28%.

Los cortes vacunos son los alimentos que más subieron en lo que va de 2019 y las razones son varias. Según la industria cárnica: cuestiones climáticas que redujeron la hacienda, aumento de costos por encima de lo traslado a las góndolas, y un mayor consumo en el verano por los turistas que vacacionaron en el país.

Como contrapunto, los carniceros alertan que las ventas entre enero y febrero se desplomaron un 20%.
“Este precio para el consumidor es imposible y es un certificado de defunción para los comercios, que ya vivimos una hecatombe”, aseguró en diálogo con minutouno.com Alberto Williams, vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías de la Capital Federal.

De acuerdo al carnicero, el 20 de diciembre arrancaron los incrementos por las fiestas y los comerciantes no trasladaron al mostrador la suba total para evitar que las ventas se desplomaran más de lo que ocurrió: “Nosotros pagábamos $106 el kilo de media res en diciembre y ahora está entre $150 y $155 el kilo de media res, es decir, un alza del 50% pero que al público se trasladó entorno a un 28%”, describió.

“Se llevó a las góndolas menos del aumento que pagamos en un esfuerzo por hacer lo imposible para mantener el consumo”, dijo Williams a la vez que precisó que en los primeros dos meses del año “las ventas ya cayeron un 20%”.

A la hora de analizar las razones de las fuertes subas, Ulises Forte, presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) explicó a este portal que “por distintas cuestiones climáticas, en los últimos dos años hubo menos producción de ganado y eso se siente ahora”.

A ello hay que sumarle, agregó, “las inundaciones de enero que hicieron también mermar la hacienda, así como los altos costos en 2018 de la producción (a causa de los tarifazos y la inflación de los insumos, el combustible) que no se trasladó el total a precios”. “El año pasado, la carne subió un 50% en promedio. Apenas unos puntos por encima de la inflación general, y fue menor a lo que debería haber aumentado”, se excusó.

En tanto, según el INDEC, los cinco cortes de carne que releva (asado, carne picada, nalga, paleta, cuadril) aumentaron menos: entre un 32% y un 39%. Pero en conjunto, sumado los cortes más selectos, la suba de precios llegó en 2018 al 50%, promedio, de acuerdo al IPCVA.

Pero no fueron las únicas causas de los fuertes ajustes en el arranque del 2019, según Forte. Para el empresario, que los argentinos se hayan volcado a recorrer el país (ante las dificultades para viajar al exterior por la crisis y la megadevaluación) hizo que hubiera mayor demanda en los restaurantes de los centros turísticos y eso también afectó los precios.

“La gente vacacionó en la Argentina, entonces hubo mayor demanda, más consumo, con una oferta que no estuvo a la altura de las circunstancias (menos hacienda)”, explicó Forte.

Williams alertó que de seguir aumentando la carne, las carnicerías no van a poder subsistir. “La gente no tiene plata, los sueldos están chatos, y es imposible comprar un kilo de carne”, graficó.

Por su parte, Forte trató de llevar tranquilidad al sector: “Los precios están ahora en una meseta. Supongo que hasta la primavera (septiembre) deberían mantenerse, no haber aumentos bruscos”, estimó. ¿Se cumplirá?