El abuelastro de la menor fue condenado a 18 años de cárcel por abuso sexual con acceso carnal. “Ahora lo que pido es que se cumpla la sentencia y que no lo larguen hasta que la termine”, escribió la mujer.

La niña dio a luz a una niña (valga la redundancia) que pesó 660 gramos y murió a los pocos días de nacida.

La madre de Lucía, la niña de Tucumán que con 11 años fue obligada a parir tras ser violada por la pareja de su abuela, escribió una carta a propósito de la condena que recibió el hombre y pidió “que se cumpla la sentencia y que no lo larguen hasta que la termine”.

“Quiero contarles que estoy feliz aunque hubiese querido que la condena al violador de mi hija sea de cadena perpetua”, expresó Sol, la madre de Lucía, tras el fallo de los jueces Fabián Fradejas, María Balcazar y Juana Francisca Juárez.

Entre agradecimientos a los abogados de las organizaciones Andhes y Cladem, y a “la parte de nuestra familia” que las acompañó, Sol se refirió a los médicos Cecilia Ousset y José Gigena, los únicos que se dispusieron a cumplir con la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) solicitada por Lucía.

Ousset y Gigena aún enfrentan una causa judicial por “homicidio” iniciada por grupos antiderechos en Tucumán, pero la madre de Lucía pidió por el cierre de la causa: “Son inocentes. Ellos le salvaron la vida a mi hija”.

“Lucía terminó la escuela primaria y seguirá estudiando este año, y quiere hacer baile. Ahora tengo que tratar que mi hija esté bien, que recupere su vida normal, y pedir que el Estado se haga cargo de todo lo que la Justicia ordenó para que no le pase esto a otras niñas”, escribió Sol.

Como parte del fallo los jueces le solicitaron al Ministerio de Educación y al de Desarrollo Social que concreten un relevamiento de datos estadísticos sobre violencia sexual a niñas, niños y adolescentes, que organicen campañas de educación y concientización, prevención y erradicación de violencia contra las mujeres, y de salud sexual y reproductiva.

Además le recomendaron Estado provincial brindarle a la víctima una beca para que pueda terminar sus estudios y le provea asistencia socioeconómica, sanitaria y psicológica, de manera gratuita.

“No tengo palabras para expresar todo lo que siento. A mi hija y a toda nuestra familia la marcaron (de) por vida con este dolor. Como mamá, lo único que quiero es que mi hija sea feliz. Y con esta condena podemos empezar a mirar para adelante y a reparar todo el daño que nos causó el violador y quienes trataron de impedir que mi hija se haga la ILE”, escribió Sol.

El caso
Del hombre sólo se sabe que hoy en día tiene 66 años, que era el “abuelastro” de la niña y que vivía con ella cuando la atacaba. Su nombre y su rostro fueron resguardados.

Fue condenado a 18 años de cárcel por abuso sexual con acceso carnal “doblemente agravado por el grave daño a la salud de la víctima y por convivencia en concurso real”.

En cambio, de la víctima se llegó a saber cada uno de sus movimientos dentro del Hospital del Este, donde fue internada a principios de febrero de 2019, cuando se confirmó que cursaba un embarazo de 16 semanas.

El caso salió a la luz en el marco del debate nacional por la legalización del aborto, por lo que quedó atravesado por las circunstancias políticas.

La niña pidió la ILE con el apoyo de su madre de acuerdo a las leyes vigentes en el país desde 1921 y al fallo FAL sobre el que se construyeron los protocolos subsiguientes en la materia.

Pero el sistema público de Salud tucumano dilató los tiempos hasta que llegó a las 23 semanas de gestación y fue sometida a una cesárea (que fue posible vía acción judicial).

La niña dio a luz a una niña (valga la redundancia) que pesó 660 gramos y murió a los pocos días de nacida.

Ahora el sentenciado mantendrá el beneficio de la prisión preventiva en su domicilio hasta que quede firme la condena y luego será trasladado al penal de Villa Urquiza.

Fuente: Minuto Uno