¿Qué tienen en común un piloto de avión a punto de ser recibido que necesita sumar horas de vuelo, un fanático de un cuadro de fútbol, una médica que busca especializarse en cirugía general y un operario de grúas de puerto?

Todos ellos pueden experimentar cada una de sus actividades utilizando un casco y complejos dispositivos interconectados, todos desarrollados en Argentina, con software local también, en una única vivencia vía la realidad virtual (RV).

“Hace 5 años, comenzamos a incursionar en Realidad Virtual y Aumentada, y actualmente somos unos de los principales proveedores del mercado en la región de simuladores y experiencias de realidad virtual, experiencias interactivas de CGI, además de tours virtuales, apps y producciones de video 360”, explicó a Infobae, Martín González, gerente General de Delta 3, la única empresa argentina dedicada totalmente a esta nueva tecnología.

Delta 3 nació en 2013 como iniciativa de emprendedurismo de Eduardo Magnetto y Martín González, que trabajaban en una multinacional francesa de software. “Decidimos en 2012 emprender y hacer nuestro propio camino. En un años armamos el plan de negocios y nos lanzamos para armar nuestro emprendimiento. Hoy somos 25 personas, entre desarrolladores de software, artistas digitales, ingenieros que hacen el desarrollo de los equipos y demás personal”, contó González.

Y agregó: “Fue un crecimiento escalonado. Nos costó invertir en equipamiento y recursos humanos al principio. Y siempre fue difícil acceder al financiamiento, aún hoy.  La empresa comenzó a desarrollar software para proyectos nucleares, aeroespaciales, aeronáuticos. Pero en 2015 nos dimos cuenta que esos proyectos no iban a tener un mercado tan promisorio en el corto plazo. Entonces, sin desatender ese trabaja, nos enfocamos en la realidad virtual, reformateando la empresa en 3 años y con la meta en exportar, que es algo que te aísla un poco de la crisis local, en busca de una estabilidad para crecer”.

Hoy, Delta 3 cuenta con una amplia gama de posibilidades comerciales como modeladores 3D, diseñadores y un grupo de profesionales especializados en Realidad Virtual que permiten el desarrollo de simuladores de vuelo, de autos y camiones, para maquinaria industrial, butacas de cine 4D y soluciones a medida. También fabrican simuladores de maquinaria pesada, caminones, aeronaves, lanzadores espaciales, automovilismo, F1, tenis, fútbol, ala delta y más, en sus oficinas en Buenos Aires, Córdoba y Bariloche.

“Somos la única empresa en América Latina que tiene la capacidad y autorización de HTC (uno de los principales fabricantes mundiales de cascos de RV) para desarrollar los dispositivos que necesitan esos cascos, los cuales tienen tecnologías de posicionamiento muy avanzadas que recrean una situación similar a la de la vida real”, destacó.

Delta 3 es proveedor de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) desde hace muchos años, con soluciones de ingeniería, modelado 3D, simulaciones, y producción de contenidos audio-visuales. Además de una permanente consultoría en Ingeniería para el proyecto CAREM, la implementación de sistema de gestión de ciclo de vida de producto y software de desarrollo (ENOVIA – CATIA) y el desarrollo de múltiples visualizaciones 3D de distintos componentes y generales del proyecto CAREM 25.

“Una de nuestras principales ventajas como empresa proveedora es nuestro profundo conocimiento de la industria nuclear desde el punto de vista técnico científico, así como también de la tecnología 3D, de video 360 y realidad virtual, pudiendo ofrecer una solución no solamente adecuada desde el punto de vista audio-visual sino también desde el punto de vista técnico”, enfatizó González.

El experto destaca el trabajo no solamente de software que hace la empresa sino también el de hardware, con la construcción de simuladores de realidad virtual para por ejemplo, camiones, aviones, autos, grúas, autos de competición que van desde un karting a un Fórmula 1. 

“Este hardware es algo que no está haciendo prácticamente nadie en el país. De hecho, en el panorama de la industria de la realidad virtual, las compañías suelen estar dedicadas más al software”, indicó González.

Otra de las iniciativas planificadas es un simulador de intervenciones laparoscópicas para que estudiantes de Medicina puedan contar con todo el instrumental que necesitan para experimentar cirugías.

Con este tipo de desarrollos, la empresa busca ir más allá de lo lúdico (tipo videojuegos) y meterse en áreas como la medicina o el entrenamiento de trabajadores en ambientes peligrosos (bomberos, rescatistas, fuerzas de seguridad).

Delta 3 colaboró en la estructura e implementación de realidad virtual que en la Feria del Libro tiene TICMAS, una plataforma modular que acompaña estudiantes, docentes e instituciones educativas en la transformación digital mediante un modelo de enseñanza personalizada, en la Feria del Libro 2019.

“Participar de la iniciativa de TICMAS es muy importante. La virtualización en la educación es algo inminente. La posibilidad técnica hoy la tenemos y debemos aprovechar, por ejemplo con Alumnos con casco participando de una clase del otro lado del mundo. Eso va a transformar lo que aprendemos. Vamos a acceder a contenidos educativos más complejos y nunca antes alcanzados”, graficó González.

En el stand de TICMAS, la empresa aportó un simulador de vuelo en ala delta, donde los chicos pueden experimentar los movimientos de cuerpo y la aerodinámica. “Es algo que se puede explicar en teoría. pero es distinto que vos mismo experimentes el paso del aire a través de tu cuerpo”, precisó.

El otro simuladore es topográfico con realidad aumentada, que es una caja de arena con sensores especiales que hacen que la arena se colorea a medida que uno crea el terreno. O excavando se puede llegar a un valle o un lago.

Está dirigido a chicos de primaria para que entiendan los accidentes geográficos, por qué se producen las inundaciones, la formación de un valle, etc.

La realidad aumentada crece a pasos gigantes en el mundo y ahora en Argentina se puede acceder a la última tecnología, todo realizado con ingenieros y mano de obra local.