Porque ese espíritu trasciende las fronteras. Y la pantalla chica. Por caso, llega a las rede sociales. Todavía poco habituada a los likes, los posteos y hasta las selfies, Susana también suele dar la nota por sus despistes en el universo virtual. Como cuando publicó en las historias de Instagram una foto a cara lavada que de inmediato borró. O bien, cuando transmitió en vivo -en esa misma red social- unas críticas a Marcelo Tinelli y Mirtha Legrand, sin saber que la estarían escuchando.

¡No quiero tocar más el teléfono! Soy peligrosa. Después me di cuenta de que había apretado lo que dice vivo… Y bueno. Es un horror. Fui yo la que lo apreté”, se excusó después. Y con esa manera de ser que tiene Susana, con derroche de simpatía, ¡a ella se le perdona todo!

Susana y una divertida pregunta a un cronista, recién llegada al país (Video: “Los ángeles de la mañana”, El Trece)

Ahora bien, con esos antecedentes se llegó a esta Domingo de Pascua. Y la abuela de Lucía Celasco volvió a generar conmoción en las redes sociales. Pero no fue con un blooper, una distracción, haciendo algo sin querer queriendo… Esta vez fue algo pensando, aunque el resultado no haya sido muy bien recibido.

Se trata un saludo especial que Susana quiso dejar a su millón y medio de seguidores con una imagen muy particular: la diva rompe el cascarón de un huevo y se asoma, con una enorme sonrisa, con una flor cubriendo su cabeza cual sombrero. “¡Felices pascuas!”, escribió al pie de la imagen hecha por computadora, por supuesto. Y agregó los emojis de un conejito y un corazón.

El posteo generó una andanada de comentarios: más de mil, superando ampliamente la media de los posteos anteriores. Y si bien la mayoría celebra el saludo, otros parecen despistados: “¿Esto está chequeado?”, escribió una joven. Como fuera, la imagen genera una sonrisa. Y eso siempre es bienvenido.