Aunque desde la tarde de ayer, mediante una foto ya anunciaba su postura frente al proyecto del IVE, la exgobernadora de Catamarca hizo su alocución anoche a las 22.45. Al fundamentar su voto a favor señaló que “pasaron 40 años y los abortos se hacían. Y antes también. La hipocresía es lo que a veces ofende; el aborto existe”.

La diputada nacional por Catamarca, Lucía Corpacci, se mostró en la tarde de ayer, portando un pañuelo verde en la Cámara de Diputados de la Nación, donde se debatía el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Durante su alocución, Corpacci contó que “siendo muy jovencita fui médica en un hospital de la provincia de Córdoba, donde hacía guardias. En Buenos Aires también. Recibíamos abortos provocados, abortos sépticos, abortos realizados en las peores condiciones. Pasaron 40 años y los abortos se hacían. Y antes también. Se hacen desde que existe la mujer y queda embarazada”, remarcó la legisladora nacional por Catamarca.

La exgobernadora de la provincia también recordó que “en esas guardias vi a esas mujeres, niñas madres, mujeres adultas que terminaban con pastillas o agujas de tejer que les perforaban el útero y usaban para deshacerse de ese embarazo. Gritaban de dolor y lentamente se morían tras una lenta agonía. Cada vez que tomaba la Guardia decía: ‘Dios mío, se tiene que legalizar'”, aseguró.

Corpacci también señaló que “no solo abortan las mujeres pobres; abortan las mujeres de clase media, las mujeres ricas. Cambian las condiciones en las que se realizan las practicas. La hipocresía es lo que a veces ofende, el aborto existe”.

Corpacci admitió que “no he sido una militante feminista pero valoro lo que hicieron porque gracias a ellas pensamos en esta ley. Nunca pensé que la vida me iba a dar la oportunidad de tener que levantar la mano para que sea ley. Tengo fe, temor y agradecimiento a Dios, creo en un Dios piadoso que nos perdona todo. El momento es éste”, enfatizó la médica catamarqueña.

Por último, dijo desear “sinceramente que el proyecto sea ley para que nunca más tenga que escuchar en la Guardia de un hospital a una mujer gritando de dolor porque se practicó un aborto en las peores condiciones”.