Lo asesinó de un escopetazo por la espalda en la cocina de su casa de Berazategui. Antes de morir, el hombre habría dicho que fue un accidente. El nene tiene un retraso madurativo.

Un chico de 11 años mató el pasado lunes a su padre de un escopetazo por la espalda. Ambos se encontraban en la casa familiar de Berazategui. La otra hija, de 19 años, se estaba bañando cuando escuchó el estruendo y salió a ver que había pasado. Se encontró con el hombre de 51 años agonizaba y luego la confesión de su hermano, que en estado de shock repetía: “Maté a papá”.

Según relató la joven, el padre, identificado como Alcides Lavandeira, dijo antes de morir que había sido un accidente.

Además, explicó que el nene tiene un retraso madurativo.

Los policías que llegaron hasta la casa de la familia, ubicada en la calle 12 al 3200 -al sudeste del Conurbano Bonaerense- encontraron al hombre tirado en la cocina con una herida de escopeta en el lado izquierdo de la espalda.

Lavandeira, quien trabajaba en la municipal de Berazategui, fue trasladado al Hospital Evita Pueblo pero falleció el último martes cerca de las 21.

Al revisar la casa, la Policía encontró una escopeta Brenta calibre 28 debajo de una cama junto a la vaina de un cartucho. También fue secuestrado un rifle de aire comprimido. Ambas eran de la víctima.

El caso es investigado por la UFI N°1 del Fuero Penal Juvenil de Berazategui, a cargo del fiscal Federico Weinstein, quien ya ordenó una serie de pericias y medidas para reconstruir el hecho, caratulado como “homicidio culposo”. Se trata de un menor inimputable. “El chico está con su familia, para su contención”, señalaron desde la justicia.