Como cada 24 de Marzo, conmemoramos el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, fecha en la que ocurrió el último golpe de Estado en nuestro país. NUNCA MÁS!

El 24 de marzo de 1976 es y va a ser recordado por la República Argentina como una de las fechas más sensibles de la historia del país.

Ese día, ocurrido 45 años atrás, ocurría el golpe de Estado perpetrado por la Junta Militar contra María Estela Martínez, conocida como Isabel Perón, quien había asumido como presidenta de la Nación luego del fallecimiento de Juan Domingo Perón.

Ese 24 de marzo comenzaba la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional que terminaría, durante sus siete años de duración, perpetrando los crímenes y violaciones a los derechos humanos más graves y sangrientos de nuestra historia, dejando un saldo de 30.000 personas desaparecidas.

Bajo un mantra que se traduciría, posteriormente, en la denominación oficial que lleva este día, las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, reivindicando su voluntad de conservar la memoria, alcanzar la verdad y y conseguir justicia, dieron inicio a una búsqueda incansable de sus hijos y nietos desaparecidos por el terrorismo de Estado aplicado durante 1976 y 1983 que continúa hasta el día de hoy.

A 45 años de iniciada la dictadura, todavía se cuentan en centenas las familias que continúan separadas y que luchan por volver a reencontrarse entre sí a través de la identidad. Todavía los esfuerzos del Estado son necesarios. A partir de este día, el Gobierno argentino, junto a las Abuelas, dará inicio a la Campaña Internacional por el Derecho a la Identidad, que tendrá como objetivo la búsqueda de nietos de desaparecidos en el exterior.

Al mismo tiempo, desde Abuelas de Plaza de Mayo, dada la pandemia de coronavirus, convocaron a que los argentinos y las argentinas se manifiesten a través de sus casas en una iniciativa llamada Plantemos Memoria, en la cual invitan a que sembremos 30 mil árboles en todo el país, en memoria de los desaparecidos.

La dictadura terminó el 10 de diciembre de 1983 con la asunción de Raúl Alfonsín, la cual se tradujo en la vuelta a la democracia, pero todavía queda mucho por hacer. Las heridas que dejó el terror y sus perpetradores todavía son visibles en nuestro país y duelen, pero sólo pueden cicatrizar con Memoria, Verdad y Justicia!