Miguel Ángel Russo rompió el silencio después de su salida de Boca. Pasaron 21 días y lo hizo ante más de 150 estudiantes de Isec, una institución oficial terciaria orientada a la formación en carreras vinculadas al periodismo y a la locución, entre otras. Claro está que la última vez que su nombre volvió a figurar en el radar fue cuando la selección de Venezuela puso los ojos en él.

“Estoy agradecido a las autoridades del club por la oportunidad que me dieron y no tengo más que los mejores deseos para el futuro”, declaró Russo en relación a aquella famosa charla con el Consejo de Fútbol de Boca y Juan Román Riquelme que le puso punto final al ciclo del último entrenador campeón de América con Boca. En su lugar asumió, al menos hasta diciembre de manera interina, Sebastián Battaglia, el entrenador de la Reserva, quien pudo cambiarle la cara al equipo.

Y agregó, en lo que fue una especia de conferencia de prensa: “Con Sebastián (Battaglia) hablábamos constantemente por cuestiones relacionadas al club, las charlas siempre fueron positivas. Román (Riquelme) entendía todo a la perfección además tenía el plus que jugaba para el equipo de sus amores”.

En cuanto a su futuro profesional, Russo fue tentado para dirigir a Venezuela, el último en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Qatar 2022, aunque prefirió tomar otro camino: “Obvio que estar en una selección es lo máximo y seduce pero el tiempo dirá, estoy disfrutando de mis amigos, familia y charlas futboleras”.