En la última semana, casi 1,2 millones de personas solicitaron el seguro de desempleo en Estados Unidos mientras que en Brasil la desocupación llegó al 13,3%.

Los gobiernos de Estados Unidos y Brasil resolvieron no adoptar medidas estrictas contra la pandemia de coronavirus Covid-19.

Dispuestos a pagar en vidas el costo de mantener en funcionamiento sus economías Donald Trump y Jair Bolsonaro se convirtieron en activistas anticuarentena.

Los dos países suman más un tercio de los muertos por coronavirus a nivel mundial (160 mil en Estados Unidos y casi 100 mil en Brasil) y a pesar de ellos tampoco pudieron salvar sus economías.

Aunque bajó con respecto a los meses anteriores, en la última semana 1,2 millones de personas solicitaron el seguro de desempleo en los Estados Unidos mientras que en Brasil la tasa de desocupación aumentó al 13,3% en el segundo trimestre del año.

El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos informó que ya son 16,1 millones de personas las que perciben alguna ayuda por desempleo. Sin embargo desde el inicio de la pandemia más de 46 millones tramitaron el seguro de desempleo.

Con reclamos que aún exceden un millón por semana, el mercado laboral tiene un largo camino para recuperarse por completo.

En el Capitolio los legisladores demócratas y republicanos se encuentran enfrascados en la redacción de un proyecto para reforzar el monto del seguro de desempleo. Con las negociaciones estancadas el presidente Trump amenazó con actuar de manera unilateral.

En tanto, en Brasil 12,8 millones de personas están sin trabajo, según los datos del segundo trimestre informados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).

De acuerdo con el parte oficial, el aumento del índice de desocupación a 13,3% tiene relación directa con la pandemia de Covid-19, que llevó a decenas de miles de empresas a reducir sus plantillas de trabajadores o directamente a cerrar sus puertas.

El IBGE advirtió que, durante los últimos tres meses, “todos los sectores económicos del país eliminaron puestos de trabajo, lo cual tuvo más incidencia en el comercio, que afectado por cuarentenas y otras medidas de aislamiento social cerró 2,1 millones de plazas”.

El informe también advierte de que entre abril y junio el país registró una severa caída en el número de personas ocupadas, que bajó un 9,6% en relación al trimestre anterior y se situó en un mínimo histórico de 83,9 millones.

Asimismo, se registró un récord entre los “desalentados”, que es como el IBGE considera a las personas que han desistido de buscar un empleo y que se ubicaron en 5,7 millones para junio pasado.

Según el gobierno de Bolsonaro, el mercado de trabajo en Brasil solo se comenzará a recuperar en la medida en que sean retomadas todas las actividades económicas, aunque de todos modos el proceso será lento mientras el país no supere la emergencia sanitaria.