El jueves 11 de abril los legisladores avalaron el dictamen de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, proyecto de decreto por el que reforman, adicionan y derogan disposiciones de las Leyes Federal del Trabajo (LFT), Orgánica del Poder Judicial de la Federación, Federal de la Defensoría Pública, del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores, y del Seguro Social, en materia de justicia laboral, libertad sindical y negociación colectiva.

A pesar de que la reforma se aprobó por mayoría, con 417 votos, algunos diputados lo rechazaron porque no se eliminó el outsourcing.

El vicecoordinador de la bancada del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, mencionó que “más les vale” a los diputados de Morena apoyarlos para desaparecer el outsourcing, para acabar con la explotación laboral y evasión de impuestos.

“Platicamos con los compañeros de Morena y nos pidieron que sacáramos este primer tramo, que tiene que ver más con las negociaciones del T-MEC que con la (…) reforma laboral que necesita el país. Está encaminada a la democratización de los sindicatos, pero 90% de los trabajadores no tienen“, dijo.

Asimismo, hace unos días había levantado la voz contra el outsourcing, ya que con la nueva reforma se avanzaba en algunos aspectos pero en general en ese aspecto era insuficiente: “consideramos que una reforma laboral que no incluya la derogación, la abrogación, la eliminación del outsourcing, no es una reforma que se pueda plantear a la altura de la cuarta transformación“.

Reclamó que ya es una práctica común que las empresas contraten este esquema de subcontratación para “ganar una fortuna a costa de los trabajadores” que no gozan de ningún tipo de prestación, quedando siempre en la indefensión total en sus derechos laborales.

Incluso, resaltó que diversas dependencias del gobierno, así como el propio Congreso, tienen contratadas este tipo de empresas outsourcing que subcontratan a trabajadores de limpieza, por lo que el legislador enfatizó en que “el buen juez, por su propia casa empieza”.

“En esta Cámara de Diputados tenemos una empresa outsourcing que cada año cambia de nombre, que no les reconoce ninguna antigüedad a las humildes y los humildes trabajadores de limpieza, que se lleva varios millones y les da salarios miserables.

“Nosotros en la casa del pueblo no debemos desconocer los derechos de los trabajadores y trabajadoras. ¿Hay en Palacio Nacional outsourcing? Hay en todas las dependencias, en las universidades, en el Politécnico, en los gobiernos estatales, en los gobiernos municipales”, agregó el legislador.

“El buen juez por su casa empieza y tenemos que erradicar esta práctica perversa. Yo a los que no saben inglés –yo incluido– les digo que outsourcing quiere decir: Te vamos a joder, porque se trata de que la gente no tenga pensión, no tenga jubilación, no tenga aguinaldo, no tenga vacaciones, no tenga ni siquiera el reconocimiento una relación laboral”, puntualizó Noroña.

6,000 empresas usan outsourcing para evadir impuestos

En México hay más de 6,000 empresas con 7.6 millones de trabajadores que evaden impuestos a través del outsourcing agresivo, el abuso de pagos exentos y la subdeclaración entre otros esquemas, resaltó el portal El Universal.

El monto de la evasión por esta vía asciende a 21,466 millones 397,722 pesos, según una investigación que encargó el Servicio de Administración Tributaria (SAT). Esta cantidad equivale a 3.39% del Impuesto Sobre la Renta (ISR) recaudado en 2017, dice el estudio elaborado por el Departamento de Estadística Matemática y Cómputo de la Universidad Autónoma Chapingo.

La investigación titulada “Evasión en sueldos y salarios”, indica que entre quienes le dan la vuelta al fisco destacan en primer lugar los corporativos, seguidos de los servicios educativos, y en tercer lugar las empresas de información en medios masivos.

En la cuarta posición aparecen las actividades de gobierno, seguidas de organismos internacionales. Según el estudio, el monto promedio de evasión va de 6,000 a 8,198 pesos anuales por trabajador. El sector que menos recurre a estos esquemas para no pagar como se debe los impuestos es el de la manufactura.

Y los doctores también. En tanto, el Tecnológico de Monterrey se encargó de realizar el análisis sobre la evasión en actividades profesionales.

El ejercicio arrojó que los médicos que omiten dar factura por consultas no enteran al fisco un estimado de 3,407 millones 948,273 pesos. En 2016, más de 21,000 médicos no hicieron declaración anual de ingresos, reveló el estudio.

Para llegar a determinar el monto de la evasión en sueldos y salarios, los investigadores de la Universidad Autónoma Chapingo, analizaron 11 posibilidades distintas de violación que se dieron en la Declaración
Informativa Múltiple (DIM) presentada por los patrones.

El estudio refiere que en México, el outsourcing, tercerización o subcontratación, es un régimen de trabajo definido por la LFT que permite a las empresas incrementar su productividad por la reducción de 50% de costos en un proceso productivo.

¿En qué consiste el esquema?

El outsourcing es un esquema mediante el cual un patrón subcontrata los servicios de una empresa para sus trabajadores. A través de él, se simulan relaciones laborales para evitar o reducir artificialmente el pago de impuestos, prestaciones o derechos laborales.

De acuerdo con el estudio “Evasión en sueldos y salarios”, en este esquema se ha identificado a 15 empresas contratistas que operan a través de un comportamiento “agresivo”, buscando beneficios económicos para la empresa contratante: a través de la evasión y/o elusión de obligaciones y responsabilidades laborales, como el registro de trabajadores ante el IMSS, Infonavit y el Servicio de Administración Tributaria (SAT), con lo cual se evitan pagos.

Dicha elusión se puede extender a los pagos de previsión social, al igual que al pago sobre el concepto de Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU), es decir, que las empresas hasta se deslindan del pago de utilidades, cuando las hay, a pesar de que es un derecho establecido en la Ley Federal del Trabajo.

El outsourcing agresivo es muy diferente a la subdeclaración, porque mientras que en el primero las empresas simulan obligaciones en materia de seguridad social y ante el fisco, en el segundo caso las empresas formales reportan a las autoridades un salario, y pagan otro en efectivo o en especie (como alimentos) que no es enterado para fines fiscales que reducen el ahorro para el retiro y de vivienda para el trabajador.

Con la subdeclaración, al trabajador se le retiene el Impuesto Sobre la Renta (ISR), sumando el sueldo ante el SAT, y lo que le dan sin registrar. Dado que el pago a los trabajadores reportado a las autoridades es el mínimo, las empresas se quedan con el subsidio al salario que otorga el gobierno federal.