Ambos organismos mundiales piden que los gobiernos consideren no interrumpir la asistencia presencial de los niños y adolescentes a clases.

El director para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Hans Kluge, defendió este jueves la necesidad de mantener abiertas las escuelas durante la pandemia de coronavirus y considera que se pueden evitar los confinamientos si se aumentan las medidas de protección. “Debemos asegurar la enseñanza para nuestros hijos”, afirmó.

Kluge resaltó que los niños y adolescentes no son impulsores principales del contagio y que el cierre de las escuelas no es efectivo. Para la OMS los confinamientos son “una pérdida de recursos” y que provocan muchos efectos secundarios, como daños a la salud mental o aumento de la violencia de género. Agregó que si el uso de las mascarillas supera el 90% entre las personas, no serían necesario continuar con el aislamiento.

A las recomendaciones de la OMS se sumaron las de El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que advirtió en un nuevo informe sobre las crecientes consecuencias para los niños a medida que avanza la pandemia de COVID-19.

Unicef presentó el informe en el marco del Día Mundial del Niño, que se celebra el viernes, en el que describe de manera integral, a partir de encuestas realizadas en 140 países, las consecuencias para los niños a medida que la pandemia avanza hacia un segundo año.

Su directora ejecutiva, Henrietta Fore, explicó: “las interrupciones en los servicios clave y las crecientes tasas de pobreza representan la mayor amenaza para los niños. Cuanto más persista la crisis (COVID-19), más profundo será su impacto en la educación, la salud, la nutrición y el bienestar de los niños. El futuro de toda una generación está en riesgo”.

“Las escuelas no son el principal impulsor de la transmisión comunitaria, y los niños tienen más probabilidades de contraer el virus fuera del entorno escolar”, dice el informe.

En nuestro país, la mayoría de los niños terminarán el ciclo electivo sin haber pisado las escuelas.

En la Ciudad de Buenos Aires y en algunos distritos bonaerenses, recién hace algunas semanas comenzó a habilitar actividades no curriculares en espacios al aire libre.

Otras provincias, que intentaron volver a las clases presenciales después de las vacaciones de invierno, como San Juan o San Luis, rápidamente dieron marcha atrás por la aparición de contagios.