La cámara de seguridad registró el episodio desmintiendo la declaración de la agresora tras ser detenida. Ya tenía una condena y debía someterse a tratamientos psicológicos y por adicciones.

Una pasajera apuñaló a un colectivo en Bariloche cuando este le pidió que use el tapabocas mientras viajaba en la formación. El violento episodio quedó registrado por una cámara de seguridad instalada en la parte delantera del colectivo y la mujer quedó detenida, mientras que la Justicia indaga si la atacante deber se internada en una institución psiquiátrica.

De acuerdo con lo que informó El Cordillerano, el brutal ataque tuvo lugar el viernes pasado cuando la mujer se subió al colectivo urbano de Bariloche, entonces el colectivero le pidió que se pusiera el tapabocas y eso provocó la furia de la pasajera.

Cuando la mujer comenzó a insultar al trabajador desde su asiento el chofer le pidió que interceda al hombre que la acompañaba. Entonces la pasajera se aproximó hasta la zona del conductor con una navaja en la mano, retiró la protección contra el coronavirus puesto ante el asiendo del colectivero y lo atacó por la espalda.

Las puñaladas le provocaron heridas en una de las manos y en la zona costal derecha al trabajador. Luego del ataque la mujer se bajó del colectivo y fue detenida por la Policía a los pocos metros.

Durante el fin de semana se le formularon los cargos a la agresora, quien mintió durante su declaración diciendo que el colectivero había querido agredirla, pero la grabación dio por tierra con la acusación.

“Lo que hasta el momento se pudo acreditar en el legajo, tras una primera intervención del fiscal de turno es que la mujer tenía una condena a dos años de prisión en suspenso que fue impuesta en marzo de 2020 y que estableció una serie de requisitos y pautas de conducta para sostener la condicionalidad de esa condena”, indicó el medio local y agregó que “la condena había sido impuesta en el marco de un juicio en el que se unificaron dos legajos contra de la agresora: uno por lesiones agravadas por el vínculo y otro por un caso de lesiones”.

Además de las pautas de conducta, en aquella oportunidad le indicaron que debía someterse a un tratamiento psicológico y otro por su adicción al alcohol. Pero fuentes del caso aseguran que nunca se presentó en el hospital en el que debía realizar los tratamientos.

Ahora, a partir de su nueva detención e imputación, se le impuso una prisión preventiva de quince días, hasta tanto se conozcan los resultados de las pericias a las que debe someterse y a partir de entonces se evaluará qué camino tomar en su caso.

Según trascendió, los profesionales del Hospital habrían puesto en marcha las entrevistas para conocer su condición física y psíquica, para luego plasmar el resultado en los correspondientes informes que serán remitidos a las partes que intervienen el proceso.