En la publicación de un libro, el asistente del árbitro uruguayo Edgardo Codesal, manifestó que no fue penal aquella jugada que los alemanes cambiaron por gol y relegaron a nuestra selección del bicampeonato.

Armando Perez Hoyos,  el juez de línea de aquella  final polémica, también cuenta que luego del partido  discutió mucho la jugada y hasta el día de hoy no coincide  en los argumentos de Codesal  con respecto a la decisión.

La revelación sobre la final del Mundial de Italia 90 entre Alemania y Argentina que pone en aprietos al árbitro Edgardo Codesal. El partido  se resolvió por el polémico penal de Roberto Sensini a Rudi Völler sancionado por el juez mexicano. La declaración de uno de sus asistentes, publicada hace unos días en el libro “El último Mundial” le agrega controversia a la sanción

El juez del partido había declarado tiempo a tras a Infobae que “El defensor no toca el balón aunque intenta jugarlo, y con el muslo lo contacta adelante y con el antebrazo sobre la cintura, haciéndolo caer”, fue su explicación sobre la jugada más discutida del duelo, con la distancia como aliado. Sin embargo, un compañero de su equipo arbitral hizo una revelación que pone en aprietos a Codesal.

Armando Pérez Hoyos fue uno de los jueces de línea en aquella definición. Y en el libro “El último Mundial, un recorrido sensorial por Italia 90″, de Cune Molinero y Alejandro Turner, publicado hace un mes, el colombiano ofreció una mirada totalmente distinta a la de Codesal, quien no lo consultó para cerciorarse de una sanción tan sensible en un encuentro, a cinco minutos del epílogo (y del alargue).

El del asistente es uno de los más de 30 testimonios que contiene la publicación, pero sus palabras generan un impacto especial. Cuenta la cocina de la polémica jugada, que pudo no haber sido sancionada si Codesal tomaba en cuenta el lenguaje corporal de Pérez Hoyos o, al menos, lo consultaba.