Luego del escándalo en Brasil, el entrenador de la Selección argentina, Lionel Scaloni, lamentó hoy la suspensión del clásico contra Brasil en San Pablo, donde calificó la situación como “muy triste” y ratificó que “nadie” les avisó que los cuatro jugadores involucrados no podían jugar el encuentro.

“Vengo para que se entere nuestro país lo que ha sucedido, acá no busco ningún culpable, pero es muy triste lo que acaba de suceder, porque si pasó o no algo no era el momento para hacerlo y nos pone muy tristes”, indicó.

Scaloni se mostró en la misma línea que el presidente de la AFA, Claudio Tapia, al asegurar que no tenían aviso “que no podían jugar” el arquero Emiliano “Dibu” Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emiliano Buendía.

“En ningún momento se nos avisó que no podían jugar el partido, el delegado de Conmebol nos dijo que nos vayamos al vestuario y no tengo mucho más para decir. Nosotros somos los damnificados, nosotros queríamos jugar al igual que los jugadores de Brasil”, remarcó.

Y completó: “Tendría que haber sido una fiesta, disfrutar de uno de los partidos más lindos del mundo, no sabría qué palabra utilizar, yo como entrenador tengo que defender a mis jugadores, y como querían deportarlos, no había ninguna chance”.