El último campeón de la Copa Libertadores, Palmeiras, volvió a clasificarse a la final del certamen más importante del continente al igualar 1-1 con el Atlético Mineiro en condición de visitante, luego del 0-0 de local, dando la sorpresa al sacar al gran candidato.

En el Mineirao de Belo Horizonte, el conjunto paulita llegaba cuestionado y de punto, pero logró rescatar un empate a pesar de arrancar en desventaja por el 1-0 del chileno Eduardo Vargas.

El elenco dirigido por Cuca, que tuvo en sus filas a los argentinos Nacho Fernández y Matías Zaracho, fue el protagonista del encuentro, doblegando a su rival de mitad de cancha en adelante pero mostrando algunas deficiencias defensivas.

La visita, en tanto, montó un plan ultradensivo, con el objetivo de anular a su rival e intentar acertar algún contraataque para sentenciar la serie con el gol de visitante.

De esta manera, el Mineiro lo ganaba con justicia y hasta pudo ponerse dos goles arriba con una clarísima que desperdició Vargas, pero en una de las pocas réplicas que tuvo, Palmeiras igualó y le generó un descontrol al dueño de casa.