Una veterana de la marina estadounidense entró a una iglesia con su bebé en un brazo y una escopeta en el otro.

Luego, interrumpió la misa que ahí se celebraba para subir al estrado y desde ahí gritar que iba hacer volar todo el templo en pedazos.

La policía identificó a la mujer como Anna Conkey, y detalló que fue en la iglesia Tsidenku, en Clairemont, San Diego, donde ocurrió el incidente.

De acuerdo con el testimonio de los feligreses, la mujer sostenía a su bebé de 10 meses mientras gritaba que Jesús era “un mentiroso” y que la biblia era “una trampa“.

El extraño episodio terminó cuando un grupo de fieles se abalanzó sobre Conkey para desarmarla. Posteriormente llegó la policía y la entregaron a los oficiales.

La mujer subió al escenario e hizo amenazas de que iba a volar la iglesia mientras agitaba la escopeta“, dijo la policía de San Diego en un comunicado de prensa.

Sin embargo, tras revisar el arma, los oficiales descubrieron que no estaba cargada y el equipo especializado en explosivos no encontró ningún objeto que pudiera representar una amenaza.

Antes de enlistarse en la marina, Anna Conkey terminó una licenciatura en escritura creativa en la Universidad Estatal de San Diego y después trabajó como periodista para la productora de medios digitales NBC7.

Tenía un canal de YouTube en el que publicaba videos de ella despotricando en contra de la religión. Su argumento casi siempre era el mismo: “las iglesias y sinagogas son las artífices del gran engaño que vive la sociedad“.

Apenas unas horas antes de irrumpir en la iglesia, publicó un pasaje de El libro de Zacarías 10: 2: “Porque los ídolos hablan engaño; los adivinos imaginan mentiras y cuentan sueños falsos; Se consuelan en vano. Por tanto, el pueblo anda como ovejas; están en problemas porque no hay pastor”.

El 7 de abril escribió: “¡¡El que vino como Jesús fue un mentiroso!! Pero la #greatdeception es incluso más que eso … por favor, lean mis descripciones y mis otros videos también!! ¡No estoy tratando de llamar la atención o algo así, estoy tratando de decir la Verdad!”.

El pastor de la iglesia dijo que Conkey posiblemente “no estaba en su cabales” y explicó que el día del asalto la mujer pronunció muchas palabras al azar que nadie pudo entender.

Uno de los testigos describió cómo tuvo que someter a Conkey: “Después de que ella comenzó a apuntar con el arma al bebé, un hombre se lo quitó y luego yo y un par de sujetos más la abordamos“.

El bebé de Conkey y su hija de cinco años, que fue encontrada en las inmediaciones del templo, fueron puestos bajo custodia protectora.