“Si es necesario hay que pasar frío”, dijo Alfredo Montero de la Universidad de Rosario. “La gente empieza a cerrar las ventanas para no pasar frío y es exactamente al revés”, consideró.

Montero es además el director científico del Centro de Medicina Tropical y Enfermedades Infecciosas Emergentes de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario.

“La solución es fácil: sáquenle un par de cristales y listo. Así ventilás a la fuerza”, explicó.

Hizo énfasis en que cerrar ventanillas “es lo peor que se puede hacer en una pandemia”.

Sostuvo que la ventilación es clave no solo en los colectivos, sino también en otros lugares como las escuelas.

“Si un profesor que es quien habla, está infectado, sin ventilación la mitad del curso se puede contagiar en dos horas. Si está todo cerrado no importa el distanciamiento, la gente se contagia igual”, aseguró.

Montero explicó que la principal fuente de contagio se produce a través de los aerosoles que una persona infectada de coronavirus transmite al hablar, toser o estornudar.