-No soy pretencioso. En Los Ángeles, donde vivo, soy un ser de hábitos. Voy siempre a los mismos lugares. Para comer japonés, a Matsuhisa. Nobu –Nobu Matsuhisa, top chef nipón– es amigo mío desde hace 20 años. Él abrió en el ’86 y nosotros Spago en el ’82, así que hemos vivido muchas cosas juntos. Por comida italiana voy a Angelini Osteria y nunca hago reservaciones, caigo a último momento. Si no tienen lugar voy a otro lado, así de simple. No soy pretencioso a la hora de pedir, aunque si es un restaurante sofisticado en París, lo de Alain Duccasse, por ejemplo, les aviso que sólo tengo dos horas, que me tengo que ir. Pueden cocinarme lo que quieran… ¡pero en dos horas! Impaciente, eso sí soy.