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La policía comenzó este lunes un operativo para desalojar la embajada de Venezuela en Washington, tomada desde hace varias semanas por activistas estadounidenses que se oponen a la entrada de la delegación del presidente interino Juan Guaidó.
“Las autoridades ya dieron el paso”, confirmó a la AFP Rafael Alfonso, miembro de la delegación de Carlos Vecchio, representante de Guaidó en Estados Unidos.
La policía se acercó con linternas a la puerta y abrió las cadenas y el candado que la aseguraban, habló con los activistas que estaban dentro y con Mara Verheyden-Hilliard, abogada de la Asociación para la Justicia Civil, que se acercó a negociar con los agentes.
Después de cinco minutos, los agentes volvieron a precintar la puerta y los militantes regresaron a la segunda planta.
El Gobierno norteamericano tomó esta decisión a solicitud de los enviados en Washington de Juan Guaidó, quien es reconocido por la administración de Donald Trump como mandatario legítimo del país petrolero.
“EE.UU. no reconoce autoridad al anterior régimen de Maduro, o a ninguno de sus ex representantes, para permitir a individuos la entrada legal, la permanencia en la propiedad, o la toma de ninguna otra acción en la propiedad”, apunta la orden de evacuación, leída por agentes del Servicio Secreto, que se encarga de la protección de las embajadas, ante el edificio.
Los enviados de Guaidó en Washington “han solicitado y dirigido a cualquier presente en la propiedad que la abandone de inmediato, y que no regresen sin su autorización”, agrega la orden.
“Cualquier persona que rechace cumplir con estas solicitudes y órdenes de salir de la propiedad (la) estarán traspasando en violación de las leyes federales y del Distrito de Columbia, y serán arrestadas e imputadas criminalmente”, añade el texto.
Un grupo de activistas estadounidenses que se agrupó en el Colectivo para la Protección de la Embajada (Embassy Protection Collective) vive desde hace semanas en la sede, con la anuencia del régimen de Maduro.
Aunque algunos activistas han abandonado ya la embajada, al menos cuatro permanecen en su interior a estas horas, según pudo constatar la agencia EFE.
En un mensaje difundido a través de Twitter, estos activistas se mostraron dispuestos a “resistir” y a ser por lo tanto “detenidos” por las autoridades ante una orden de evacuación que calificaron de “ilegal”.
Desde hace semanas, la pugna que enfrenta Venezuela entre el régimen de Nicolás Maduro, reconocido por la ONU y apoyado por Rusia y China, y Guaidó, respaldado por Estados Unidos y más de 50 países, también se trasladó a la sede diplomática en Washington.
Unos 100 venezolanos con banderas cantan el himno de su país mientras esperan tras un cordón policial el resultado de la operación, mientras los militantes que quedan en el edificio de cuatro plantas miran asomados por las ventanas.
Carmen Ruzza, una académica venezolana de 46 años acudió todos los días a la embajada con café y con donuts mientras la comunidad rodeaba la sede diplomática para impedir que los activistas entraran comida al recinto para presionarlos a salir.
“Esto un microcosmos de la lucha que tenemos en Venezuela”, contó a la AFP esta experta de la Américan University.
Para Ruzza el gobierno de Maduro “es un régimen criminal, es un régimen narcotraficante, que asesina, que reprime”.
Venezuela afronta una crisis política y social que se acentuó después de que el 23 de enero, Guaidó, líder del Parlamento, se declaró mandatario interino al invocar unos artículos de la Constitución venezolana.
La oposición venezolana, que no reconoce el nuevo mandato de seis años que juró Nicolás Maduro el pasado 10 de enero, al considerar ilegítimas las elecciones de mayo del año pasado, asegura que el país atraviesa una “emergencia humanitaria compleja” y ha pedido ayuda a la comunidad internacional para atenderla.
La solicitud a las autoridades estadounidenses para evacuar la embajada la hicieron el enviado de Guaidó en Washington, Carlos Vecchio, y su representante ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Gustavo Tarre, a los que Estados Unidos reconoce como legítimos.
Tarre, precisamente, afirmó a periodistas frente a la legación que “hoy cesó la usurpación en la embajada, muy pronto cesará la usurpación en todo el país” y dijo que él y los otros enviados de Guaidó ingresarán al edificio una vez EEUU lo haya revisado.
Los enviados de Guaidó ya se habían hecho anteriormente con el consulado venezolano en Nueva York y con dos agregadurías militares en Washington, por lo que el régimen de Maduro invitó a los activistas a su legación.
El control de la embajada en Washington ha enfrentado durante días a estos activistas que la ocupan con venezolanos partidarios de Guaidó, que han permanecido en el exterior del edifico bloqueando la entrada de alimentos y otros suministros.
En los últimos días, además, las autoridades de EE.UU. habían cortado la electricidad y el agua del recinto.
Con información de AFP y EFE