Así lo manifestó su médico personal Leopoldo Luque, quien esta mañana llevo tranquilidad al entorno del astro argentino, con respecto a su estado de salud.

“Está bien, está consciente y se quiere ir”, advirtió el doctor que fue a verlo esta mañana a la clínica privada de La Plata donde está internado desde las últimas horas del lunes.

Luque reiteró que Maradona llegó con un cuadro de anemia y deshidratado al centro médico de la capital provincial. Y que la idea es estabilizar su condición clínica para luego continuar con un tratamiento que seguiría en forma ambulatoria.

“Está mejor que ayer, la idea es que se quede un día más. Está anémico y un poco deshidratado. La idea es mejorarlo todo lo que se pueda. Necesitamos un poco más de tiempo”, destacó el profesional, quien reveló que cuando llegó a la clínica esta mañana Maradona estaba viendo un partido de tenis y que luego le pidió que lo acompañara a caminar un poco.

En ese sentido, remarcó que fue el cuadro anémico el que lo llevó a estar “muy débil, pinchado y hasta caminar mal”.

“Tiene el by pass gástrico que hace que no absorba bien el hierro”, detalló. Y explicó que la internación ayuda a tenerlo monitoreado y controlado, algo que no había podido hacer en los últimos días cuando el DT de Gimnasia evitaba las visitas de su médico.

Y agregó: “Él como está bien tiene ganas de irse. Está bien de ánimo, estuvimos bromeando. Es absolutamente conciente de la situación. Estará tres días aproximadamente, esperemos que quiera quedarse hasta mañana. Pero hay un principio de autonomía, si el paciente se quiere ir no se puede hacer nada”.