El sueño es un fenómeno primitivo. Es una necesidad biológica que permite el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo. Tiene diferentes etapas en donde, por ejemplo, se produce la liberación de hormonas fundamentales para el desarrollo humano.

Existen diferentes tipos de trastornos que pueden alterar nuestro descanso. Insomnio, hipersomnia (algo así como sentirse muy cansado a pesar de haber dormido la cantidad de horas aconsejadas por la noche, por ejemplo), ronquidos y apneas (suspensión transitoria de la respiración) son algunos de ellos.

La doctora Mariela Tanzi, neuróloga especialista en sueño del Hospital Italiano, explicó a Infobae:Estos trastornos son frecuentemente subdiagnosticados por la falta de consulta del paciente“, señaló la especialista, quien también se desempeña como secretaria de grupo de medicina de sueño de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA).

Además, Tanzi aseguró que un tercio de la población reporta síntomas intermitentes de insomnio y algo más alertante: el 10% de la población sufre de insomnio crónico. Para éste y otros trastornos, ¿hay algo que se pueda hacer?

La especialista señaló que, haciendo un diagnóstico diferencial del insomnio con otros trastornos (como por ejemplo, las apneas), es posible ayudar al paciente a mejorar su calidad de vida sin tener que recurrir a medicación farmacológica.

En este sentido, existen dispositivos tecnológicos que funcionan como terapias cognitivo-conductuales, en muchos casos, brindando una mejor calidad de sueño.

Oura, “el anillo de Manu Ginóbili”

Se enlaza al celular vía Bluetooth e interactúa con una app (para Android y iOS) donde se alojan todos los datos que recopila y analiza. ¿Cuál es la diferencia con otros wearables -tecnologías de vestir- con fines similares?
Este anillo, que también usan, por ejemplo, el príncipe Harry y el actor Will Smith, hace un minucioso análisis para evaluar cuán alineados están el ritmo cardíaco y la respiración. Asimismo, la app Oura está respaldada por investigaciones científicas que brindan reportes y recomendaciones al usuario, cada día, según su estado.

Por ejemplo, brinda consejos para mejorar la calidad del sueño e indica cuándo es ideal hacer actividad física. En este sentido, estudia las condiciones biológicas del usuario para evaluar cuándo es conveniente realizar una actividad de HIIT (High Intensity Interval Training, es decir, un entrenamiento de intervalos de alta intensidad).

Asimismo, el anillo analiza las variables de temperatura corporal y HRV (variabilidad del ritmo cardíaco). Mide el ritmo cardíaco de descanso, con sus intervalos y variabilidades; analiza la variación del ritmo respiratorio, la desviación de la temperatura corporal, los movimientos y ritmos diarios, y la intensidad, tiempo y duración de las actividades físicas y el tiempo de sedentarismo.

El anillo tiene un procesador dual core de bajo consumo y puede almacenar datos de hasta seis semanas. Es resistente al agua (hasta una profundidad de 100 metros). Es de titanio, con una cobertura exterior de carbono diamante. Su precio comienza en USD 299, con una versión de lujo, con diamantes, de USD 999.

El dispositivo de medición favorito de los biohackers es Oura. Sus mediciones son sumamente científicas. Además, no genera radiaciones en el cuerpo ni luces en la piel (las radiaciones en el cuerpo y las luces azules en la piel disrumpen la calidad del sueño y alteran la biología)“, señaló a Infobae Melina Vicario, biohacker profesional, que además explicó: “Si una noche ves que tu variabilidad de ritmo cardíaco es más baja (las personas con muy buena salud, alto rendimiento físico y cognitivo tiene un HRV más alto), ¿podés identificar qué hiciste la noche anterior que generó esto? Quizás comiste muy tarde, o comiste algún alimento al que sos alérgico, o miraste pantallas con luz artificial hasta muy tarde”.

Podés saber qué hiciste para generar esos resultados, qué tipo de ejercicio hiciste y a qué hora, si meditaste o hiciste técnicas de respiración, si tomaste una ducha fría, etc. Eso analiza Oura Ring“, continuó.

Una vincha con sonidos, para descansar

Este dispositivo envía sonidos al cerebro para lograr un sueño profundo. Dreem band es una especie de “doble vincha”, que se coloca detrás de las orejas y en la frente. Monitorea y analiza la actividad cerebral durante la noche, y actúa sobre el cerebro.

De origen francés, tiene sensores que monitorean la actividad cerebral, el pulso cardíaco y la respiración, durante la noche. Con IA (inteligencia artificial), procesa la información y entrega reportes de actividad al usuario.

Tal vez, lo más interesante es que emite sonidos durante la noche si fuera necesario. Desde la compañía aseguran que el dispositivo puede detener los pensamientos acelerados a la hora de acostarse, para dormir con más relajación.

Una vez que el usuario se encuentra en un sueño profundo, el dispositivo envía ráfagas de sonidos en intervalos específicos para fortalecer la calidad del sueño profundo.

Cuando sea el momento de despertar, elegirá el momento en que el sueño sea más liviano dentro de la ventana de tiempo que elija. Según la naturaleza del trastorno del sueño de la persona, la guiará mediante diferentes programas que utilizan elementos de la terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I), la solución de referencia reconocida por la comunidad médica.

El dispositivo se puede comprar a través del sitio oficial de la compañía, por 399 euros.

Para apneas, un poco más complejo

Los dispositivos para la apnea envían aire a la vía aérea del paciente. Permiten la entrada y salida de aire, pero no es oxígeno lo que brindan. El “cierre de garganta” es producto de la obesidad, tabaquismo, vejez, entre otras causas.

DreamStation CPAP, de Philips, es un dispositivo terapéutico de presión positiva continua en las vías respiratorias diseñado para el tratamiento de la apnea obstructiva del sueño (AOS).

Tiene una mascarilla y cuenta con un sistema de gestión de datos para evaluar la efectividad durante el uso. Algunos modelos envían la información de forma automática al proveedor de servicio o el médico a través de internet, reduciendo la cantidad de visitas.

La mascarilla DreamWear interactúa con la app DreamMapper, que ofrece información sobre cómo durmió el paciente y sus progresos. El precio varía según el modelo pero comienza en alrededor de USD 650.

Este dispositivo francés promete reequilibrar el sistema nervioso autónomo para romper el círculo vicioso del estrés y la ansiedad que mantienen despierta a una persona. Dodow es un dispositivo ideado para asistir al usuario en la búsqueda de la relajación.

Funciona como una especie de metrónomo de luz que sincroniza la respiración con iluminación, a través de sensores.

El dispositivo LED pretende entrenar al cerebro para que se duerma. Proyecta un anillo de luz azul en el techo que se contrae y expande. Entonces, sincroniza la respiración con ella y estimula el barorreflejo, un mecanismo fisiológico que retarda el metabolismo y la secreción de neurotransmisores.

Según la plataforma donde se adquiera, estará disponible desde USD 60.

La máscara para dormir Hupnos cubre la nariz para controlar la respiración mientras el usuario duerme. Sincronizada a una app que escucha el sonido del dormir, detecta ronquidos. Cuando lo hace, utiliza un acelerómetro incorporado para determinar la posición de la persona cuando duerme. Vibra para llevarlo a otra posición que induce menos ronquidos.

Si eso no resuelve el problema, aumenta la presión al exhalar o la presión positiva de las vías respiratorias (EPAP) para ayudar a abrir las vías respiratorias y detener los ronquidos.

En este caso, la app no evalúa la calidad del sueño, pero hace un seguimiento de los patrones de descanso y ronquido a lo largo del tiempo.

Los usuarios también pueden registrar en la app otros factores que podrían estar contribuyendo a sus ronquidos como el alcohol o el ejercicio. El dispositivo está disponible por USD 179 en la plataforma de crowdfunding Indiegogo.