Todavía no hay rastros de la nena de 5 años desaparecida hace diez días cuando jugaba en la vereda de su casa, en un barrio de San Luis. La buscan en todo el país y el exterior.
Sobre la incorporación de una vidente, el jefe de la Fuerza de San Luis, José Darío Neira, aclaró que “no es lo único que compone la causa”.
La polémica se desató tras las declaraciones del jefe de la Policía de San Luis, donde confirmó que participan videntes en la investigación de Guadalupe Belén Lucero, la niña de 5 años desaparecida de la que aún no hay rastros.
José Darío Neira dijo en declaraciones a la prensa que “verifican lugares donde se percibe que estaría Guadalupe”.
Cuando le preguntaron qué indicios los habían llevado a realizar rastrillajes en Potrero de Funes, respondió que eran “personas que decían que ahí podría encontrarse el cuerpo de la nena”.
“Hay personas que dicen ser videntes que colaboran en la investigación, pero eso no quiere decir que es todo lo que compone la causa”, expresó.
“Cuando digo ‘percepción’ me refiero a lo que la persona indica, que puede ser de diversas maneras”, concluyó.
Este jueves por la tarde se reunieron con el juez, la madre, la abuela y la tía de la niña, junto con el abogado de la familia, para conocer más precisiones.
Allí, confirmaron que los llamados venían de Río Negro y que estos teléfonos ya están en la Policía de San Luis para ser analizados, pero se descartó que Guadalupe estuviera en la provincia patagónica.
Llamadas desde Río Negro
La Justicia determinó ayer que las llamadas recibidas por la mamá de Guadalupe, la nena desaparecida hace diez días en San Luis, provenían de la provincia de Río Negro, pero su abogado, Santiago Olivera Aguirre, descartó que la niña estuviera allí.
Yamila Cialone y su abogado se reunieron con el juez de la causa, Ariel Parrillis, quien explicó que a través del área de ciberdelito de la justicia se determinó que las llamadas provenían de Río Negro, y agregó que se realizaron procedimientos donde secuestraron los celulares e identificaron a las personas, pero aún no hay detenidos.
“Se pudo descartar que Guadalupe no se encontraba en el lugar cuando se realizó el procedimiento, y estas llamadas son consideradas de carácter extorsivo”, dijo Olivera Aguirre.
Además, destacó la celeridad para determinar el origen y ahora comienzan a peritar los aparatos telefónicos, que ya se encuentran en la provincia de San Luis.
Por otro lado, la abuela de Guadalupe, Silvia Domínguez pidió nuevamente a la sociedad seguir compartiendo la imagen de la niña.
“Necesitamos saber de ella, por eso ruego a todas las personas que sigan compartiendo y que nos ayuden a encontrar a Guada”, pidió la abuela a la salida de tribunales.
Este jueves, los rastrillajes se focalizan en Potrero de los Funes, a 20 kilómetros de esta capital y en la zona Sur de la ciudad de San Luis, con la participación de efectivos de Gendarmería y Prefectura que arribaron el miércoles a la provincia.