La obligatoriedad del secundario se estableció en la Ley de Educación Nacional 26.206, que fue sancionada el 14 de diciembre de 2016. Una década después de esa fecha aumentó un 30,5% la cantidad de alumnos en los 5° y 6° años.
También se registró una baja en la cantidad de alumnos que repiten o abandonan la escuela en los últimos tres años, los que corresponden al ciclo orientado. Pero el ciclo básico de la educación pública todavía está enclenque.
La proporción de quienes no aprueban o abandonan en los ciclos básicos es de 2 de cada 10 estudiantes en las provincias con estructura de 6 años de primaria y 6 de secundaria, y de 3 de cada 10 en las provincias con 7 años de primaria y 5 de secundaria.
“Aunque suene controversial para las ideas frecuentemente instaladas, la educación secundaria en Argentina no está estancada, sino en un proceso de mejora. Sin embargo, este es más lento de lo que los adolescentes necesitan”, explicó Irene Kit, una de las autoras del informe.
La implementación de la secundaria obligatoria tuvo un efecto positivo en la educación a nivel nacional: el acceso a ese nivel pasó del 91% al 95% en las provincias con 6° año.
En total, de 2007 a 2017 subió la matrícula un 20% en las provincias donde hay 6 años de secundario y un 14% en las que tienen 5.
