Esta casa solar bioclimática en Francia, está hecha de madera, vidrio y hormigón.

Esta vivienda con forma de peonza, es una de las más eficientes que existen ya que utiliza el sol como recurso principal. Está ubicada en Francia.

Los cambios radicales de temperatura entre invierno y verano pueden ser un verdadero problema para el bolsillo de quienes deben pagar las facturas de la luz, momento en donde se disparan hasta las nubes. Con los altos precios de la electricidad, cualquier propuesta que ayude a reducir el consumo es bienvenida. Este fue el problema en el que puso el foco Eric Wasser, un ebanista francés, cuando pensó el diseño de Heliodomo.

Imaginada y estudiada en los años 90, el primer plan para crear esta casa fue lanzado en 2000. En 2003, el concepto recibió el primer premio en el concurso Lépine y obtuvo un permiso de construcción en 2005, en el pueblo de Cosswiller, Francia. La construcción comenzó en 2006 y se completó en 2011; desde entonces apenas usa electricidad.

Se trata de una sorprendente casa solar que mantiene una temperatura agradable durante todo el año. Sin embargo, no tiene calefacción ni aire acondicionado. Todo esto se lo debe a su llamativa forma de “ovni”, además de los materiales con la que está fabricada. Cuenta con 200 m² y tres niveles más una fachada principal orientada al sur y totalmente transparente.

¿Cómo funciona la casa?

Gracias a su diseño, el Heliodomo se adapta a todas las estaciones y se calefacciona y refrigera por sí sola. Todo esto se debe al pilar fundamental sobre el que está construida: la trayectoria del Sol. Como no sigue el mismo movimiento en verano que en invierno, Wasser ideó su estructura inclinada para protegerla del calor cuando el Sol está en lo más alto del cielo. Es decir, este entra por el lado sur durante el invierno, mientras que la casa estará a la sombra durante el verano.

Ideal para los climas cálidos, logra conservar un aire fresco en el interior gracias a un aislamiento térmico de muy alta calidad y a la eliminación de estructuras o materiales que puedan retener el calor. Las aberturas están estratégicamente ubicadas para que no incrementen la temperatura en la vivienda.

Su característica forma curvada en sentido este-oeste sirve para aprovechar al máximo la luz solar así como retener el calor, gracias a un aislamiento térmico de lana de madera y corcho. En invierno, cuando el Sol está más bajo, la vivienda es capaz de captar la mayor cantidad de calor posible y gracias, otra vez al aislamiento, calienta el interior, sin necesidad de usar calefacción.

Para el agua, la vivienda cuenta con una instalación de paneles solares que le permiten calentar el agua, pero también evacuar parte del calor, evitando así temperaturas excesivamente calientes en el interior.

Es por esto que el Heliodomo es una construcción muy práctica en países con altas temperaturas. Esta casa tiene el objetivo es estar en armonía con la naturaleza, además de ahorrar energía y luchar contra el calentamiento global.

Fuente / La Nación