Las letras catamarqueñas tienen un gran protagonismo en la 16º edición de la Feria Provincial del Libro, que organiza la Secretaría de Gestión Cultural del Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte. Bajo el lema “Nuestras voces”, el evento reúne a lo largo de los cinco días, a autores, editores e investigadores de toda la provincia. La programación incluye presentaciones de libros, charlas, conversatorios y mesas de lectura, donde a lo largo de cinco jornadas tendrán destacada participación exponentes de localidades como Capital, Fray Mamerto Esquiú, Valle Viejo, Santa María, Belén y Tinogasta.
En este sentido, este miércoles 9 de octubre, la Feria del Libro arrancó con la presentación de “Desdichadas”, la emotiva novela de Adela Soria, escritora originaria del departamento Belén. En el auditorio 2, a las 17 hs, Soria compartió con el público su obra, un viaje profundo a través del espíritu humano donde la fuerza y determinación femenina brillan con intensidad.
La novela sigue a mujeres valientes que enfrentan desafíos aparentemente insuperables, pero no se rinden en su búsqueda de autodescubrimiento y realización personal. A través de sus historias, descubrimos que la verdadera superación requiere conquistar no solo los obstáculos externos, sino también los miedos y dudas internos.
Con giros emocionantes y momentos de introspección, “Desdichadas” nos invita a reflexionar sobre el poder transformador del amor propio, la resiliencia y la solidaridad femenina.
A continuación, en el auditorio 1, Yamila Gáname, destacada escritora belicha, presentó su libro “El Rubio Herrera y su Belén de Catamarca” a las 18:30. Esta obra es un tributo a su abuelo, el legendario artista folklórico “El Rubio”. En ella, Yamila repasa los momentos más significativos de su vida y carrera, revalorizando su legado.
Sin embargo, la historia del “Rubio” no es únicamente su historia personal, “es también la de su pueblo, porque su vida en Belén involucró a muchas personas, su familia, sus amigos, los guitarreros y cantores belichos, que se reunían en entrañables tertulias y serenatas para compartir y celebrar la vida misma”, reflexionó Yamila.
También en el auditorio 1, a las 19 hs, El Guadal Editora presentó dos de sus libros recientemente publicados. La reconocida escritora Maria Elena Barrionuevo, tuvo el honor de presentar “Mariposa doble que gira sin cesar” de Victor Aybar, y destacó cómo un joven autor provincial se atreve a cuestionar la verdad impuesta sobre el nombre de nuestra provincia. “Nombrar la realidad por su nombre” es el objetivo de Aybar, quien critica la diferencia entre invadir y conquistar. Tomando como ejemplo el nombre original de Catamarca, “fortaleza de la falda”, y el agregado de San Fernando, una apropiación impuesta por los invasores.
Luego, Victor Aybar compartió dos poemas de su libro, evidenciando su crítica al nombre impuesto de nuestra provincia.
El Guadal Editora también presentó “Esta última cobardía” de José Luis Astrada. Alejandra Seco destacó la estructura de la obra, dividida en tres partes que abarcan diferentes estilos narrativos.
La primera parte reúne cuentos que exploran las vivencias ficticias de personajes históricos. La segunda parte, según Alejandra, es particularmente impactante por su realismo crudo, que refleja las pequeñas tragedias cotidianas. La tercera parte, en su opinión, presenta cuentos de intensa crueldad. A través de estos relatos, Astrada nos lleva en un recorrido por escenarios mitológicos, históricos y contemporáneos, en un viaje que desafía la imaginación y la reflexión.
Y para cerrar la primera jornada, a las 21 horas llegó “De vino, viento y río”, una fusión poético-musical que cautivó al público. Laura García Vizcarra, Pia Cabral y Belén Alvarez Parma unieron sus talentos para crear una experiencia única, donde la cata de vinos seleccionados se entrelazaba con la poesía y la música.
En este encuentro sensorial, Laura García Vizcarra guió al público a través de tres variedades de vinos, mientras Pia Cabral recitaba poemas que evocan la esencia del río, el viento y la tierra. Belén Alvarez Parma, con su voz privilegiada, añadió un toque emotivo a la velada, mientras en el fondo, una pantalla proyectaba la serena imagen de un río que fluye entre montañas, creando un ambiente mágico y relajante.