En la cámara penal N°2 un joven de apellido Villacorta estába en el banquillo de los acusados por un robo a mano armada.
En pleno debate, la mujer quien había sido su víctima, Mercedes Leguizamon, se acercó y sin mediar palabras lo abrazó, en un acto que conmovió a los presentes en la cámara.