La detención del Teto Medina dejó al desnudo el drama de las familias con un miembro adicto. Mauro Federico contó en Argenzuela y de primera mano el duro camino que implica la recuperación.
Más allá de las implicancias policiales y jurídicas de este caso en particular, detrás están las historias de miles madres, padres, hermanos que buscan desesperados una ayuda para poder sacar a su ser querido de las adicciones.
Tal es la situación de las decenas de personas que se acercaron este jueves hasta el centro de rehabilitación clandestino “Razón de vivir” con sedes en las localidades de Berazategui y Florencio Varela, en la zona sur de la provincia de Buenos Aires, y sede en Punilla, Córdoba.
El periodista Mauro Federico, brindó este jueves un testimonio en primera persona acerca del sufrimiento y la desesperación que significa tener en la familia alguien con una adicción a las drogas y no saber como ayudarlo.
Ante una situación de desesperación lo llevé a mi casa, y sin saber qué hacer, esa es la deseperación, vos no sabés qué hacer con el pibe”.
“Estas cosas las vivís a cotidiano cuando sos familiar directo conviviente con un adicto” contó y sin dejar de lado la faceta judicial de este caso, reclamó “alguien tiene que encontrar una solución, el único Hospital público para trabajar el tema adicciones se llama Laura Bonaparte, tiene 300 plazas, si con eso pretendes dar una respuesta desde el Estado a la problemática de las adicciones es como querés frenar una bala con un papel celofán”. Señaló un familiar.
Fuente: Minuto 1
