El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, dejó en claro que no se negocia el ajuste fiscal, ya que considera que es el único camino para poder bajar la inflación y salir del estancamiento que enfrenta la Argentina.
“En la medida que la ley no pase, las medidas van a ser más duras y los argentinos van a sufrirlas más”, sentenció el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, refiriéndose al proyecto de ley ómnibus del Ejecutivo y dejando en claro que no se negocia el ajuste fiscal, ya que considera que es el único camino para poder bajar la inflación y salir del estancamiento que enfrenta la Argentina. Enfatizó que “si la ley no pasara, sería una muy mala noticia, no solo para mí, sino para los argentinos”.
Y, aclaró que, en este hipotético caso, no se volvería al desequilibrio de 0,9% (previsto en el anterior entendimiento).
El gobierno de Javier Milei no está dispuesto a emitir ni a solicitar préstamos (ni siquiera al FMI) para evitar bajar el gasto del Estado.
Es más, considera que equilibrar las cuentas públicas no debe ser solo una tarea del gobierno nacional, “las provincias también deben hacer lo suyo”. Conoce que los recortes de privilegios -no solo de la política- generarán resistencias, pero está convencido de que no hay alternativa y por esto es necesario ir “a fondo”.
El propio FMI resalta del alcance de las medidas “Las autoridades se proponen lograr un superávit primario del 2 por ciento del PIB este año (consistente con el equilibrio general), mediante una combinación de medidas de ingresos y gastos”. Dado que el gobierno de Milei recibió un desequilibrio estimado del orden de los 3 puntos, el objetivo implica una corrección de nada menos que 5 puntos del PIB.
Ámbito le preguntó al ministro si el programa contemplaba asistencia a los sectores medios que se verán afectados, entre otros factores, por la suba de tarifas, pero no respondió sobre este punto específico.
La duda que se plantean los especialistas es hasta qué punto la población seguirá apoyando al Gobierno, más allá de que distintos sectores puedan estar de acuerdo con gran parte de las medidas, toda vez que los salarios perderán cerca de 10% entre diciembre y marzo, según Ecolatina. Para el caso de los sectores informales, la situación es peor.