Un estudio publicado en la revista especializada The Lancet Psychiatry analizó los expedientes electrónicos de 236.379 pacientes afectados por coronavirus y concluyó que el 34% presentó esas secuelas en los seis meses siguientes a la infección.
Una de cada tres personas que superan la infección por coronavirus tienen al menos un diagnóstico por problemas neurológicos o psiquiátricos en los seis meses posteriores a la enfermedad, según el mayor estudio realizado hasta ahora que analizó historias clínicas de pacientes recuperados de Covid-19.
La ansiedad (17%) y alteraciones del humor (14%) son los diagnósticos más frecuentes, según el estudio publicado este miércoles en la revista especializada The Lancet Psychiatry, informó la agencia AFP.
La incidencia de problemas neurológicos como las hemorragias cerebrales (0,6%), accidentes vasculares cerebrales (2,1%) y demencia (0,7%) es globalmente inferior, pero el riesgo es en general más alto entre pacientes que estuvieron gravemente enfermos de Covid-19.
Paul Harrison (Universidad de Oxford, Reino Unido), autor principal del estudio, dijo al respecto que aunque el riesgo a nivel individual de la mayoría de estos problemas neurológicos y psiquiátricos es bajo, el efecto puede ser “considerable” para los sistemas de salud debido a la amplitud de la pandemia.
Muchos de estos problemas son “crónicos”, sostuvo Harrison, quien abogó por dotar a los sistemas sanitarios con recursos para “hacer frente a las necesidades”.
Al analizar los expedientes de salud electrónicos de 236.379 pacientes afectados por coronavirus, los autores concluyeron que el 34% tuvo un diagnóstico de enfermedad neurológica o psiquiátrica en los seis meses siguientes a la infección.
Para el 13% de las personas, se trataba del primer diagnóstico neurológico o psiquiátrico.
El riesgo de desarrollar problemas a largo plazo crece en los pacientes hospitalizados por Covid-19 severo: al 46% de los que estuvieron en reanimación registraron problemas neurológicos o psiquiátricos seis meses después de estar infectados.
Cerca del 7% de quienes estuvieron en reanimación sufrieron un accidente cardiovascular posterior, 2,7% una hemorragia cerebral y alrededor del 2% desarrollaron demencia, contra 1,3%, 0,3% y 0,4% de los no hospitalizados, respectivamente.
Los investigadores también cruzaron datos de más de 100.000 pacientes que tuvieron un diagnóstico de gripe y los más de 236.000 con un diagnóstico de infecciones respiratorias.
El riesgo de diagnóstico neurológico o psiquiátrico es en general un 44% más alto tras la enfermedad que después de una gripe, y un 16% mayor que después de una infección de las vías respiratorias.
“Desgraciadamente, muchos problemas identificados en este estudio tienen tendencia a hacerse crónicos o recurrentes, por lo que podemos anticipar que el impacto del Covid-19 podría perdurar durante muchos años”, escribió el doctor Jonathan Rogers de la Universidad de Londres (UCL) en un comentario publicado en la revista.
Probablemente, las personas estudiadas fueron más gravemente afectadas que la población en general, aseguraron los autores en referencia a quienes no van a consultar por síntomas ligeros o inexistentes, que son un número importante.
Finalmente, los autores concluyeron que “esta información podría ayudar en la planificación del servicio y la identificación de las prioridades de investigación” e indicaron que “se necesitan diseños de estudios complementarios, incluidas cohortes prospectivas, para corroborar y explicar estos hallazgos”.